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8M en Lleida y Barcelona: OTRO AÑO LAS CALLES FUERON FEMINISTAS!



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LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA....

Enfrentar la dictadura del capitalpatriarcado desde una perspectiva feminista e internacional

Carme Álvarez, 8 de abril de 2013




El 2 de marzo, en los actos
relacionados con el Día Internacional
de la Mujer Trabajadora,
compañeras de la Secretaría
de Género de CGT y de
Mujeres Libertarias preparamos
una Jornada en la librería
Próleg en la que, entre otras,
intervino la antropóloga
Verena Stolke. Se habló sobre
alternativas feministas a la
crisis y la mesa
intergeneracional, con feministas
de los 70, 80 y actuales, se
abrió con el documental «Y
otras muchas mujeres» que
narra la experiencia del bar La
Sal de Barcelona. Un acto
lúdico cerró la jornada con
Danza fusión, canciones de
Proxémica Respetuosa y
canciones feministas revolucionarias.
Dentro del apartado «Alternativas
feministas a la crisis»
presenté la ponencia: Enfrentar
la dictadura del capitalpatriarcado
desde una perspectiva
feminista e internacional.
La reproduzco:

En los cinco continentes celebramos
el 8 de marzo como símbolo
de la lucha de las mujeres trabajadoras.
Con la revolución industrial muchas
mujeres se incorporaron al trabajo
asalariado sin dejar el trabajo
doméstico y de cuidados, y a la
opresión y explotación del
patriarcado en el ámbito doméstico
se añadió el del ámbito laboral. Para
estas obreras las condiciones de
trabajo eran muy duras y desde
mediados del siglo XIX aparecieron
movimientos de mujeres que reivindicaban
la reducción de la jornada
laboral, la limitación de la edad de
trabajo de las criaturas, la prohibición
del horario nocturno para las
mujeres, compensaciones económicas
por accidentes laborales y
medidas para prevenirlos.

Y de esta experiencia, Cataluña
no quedó al margen; 3.500 trabajadoras
del sector textil de Igualada
se añadieron a las movilizaciones
iniciando huelgas el año 1881.
En plena oleada de huelgas, el
25 de marzo de 1911, murieron
quemadas 142 obreras, costureras
de la industria textil norteamericana
en el incendio de la fábrica del
Triángulo Shirtwaist Company, de
Nueva York. El patrón las había encerrado
dentro de la fábrica.

En 1910 Clara Zetkin proponía
establecer el Día Internacional de
la Mujer Trabajadora. Y es el 8 de
marzo de 1917, en plena Primera
Guerra Mundial, que las mujeres
rusas salen a la calle gritando por
el pan y el regreso de los combatientes.
Desde entonces esta fiesta
se celebra el 8 de marzo a nivel
internacional.

Del continente africano, dentro del
contexto del colonialismo que pone
barreras al uso de aquello que es
del pueblo, rescatamos la historia
de resistencia de las mujeres de
Aba, una población al sudeste de
Nigeria que en 1929 protagonizaron
un levantamiento en
protesta por un nuevo impuesto
y dónde muchas fueron
asesinadas.

A la dictadura del capital y
el patriarcado, que es una
terrible condena contra las
mujeres, se la enfrenta con la
información de las otras mujeres
la conciencia de género
y clase y la solidaridad en
las luchas para juntas librarnos
de la opresión y la explotación.

Información de
otras mujeres:

Laboral

A nivel internacional y en el
sector formal, las diferencias
salariales presentan una gran
brecha entre hombres y mujeres.
Los países con mayor brecha son:
Brasil, Méjico, Estados Unidos, India
y Argentina, que presentan diferencias
entre el 39 y el 30%, de más
a menos. En América latina, en global,
la brecha es del 17%. En España
las mujeres cobramos un 22%
menos que los hombres. Y en Cataluña
llega al 20%.

Aun así, en la mayoría de los países,
las diferencias salariales se han
reducido a consecuencia de la crisis
que ha afectado más a los sectores
más masculinizados. Con la
crisis todos y todas somos más pobres,
pero el 70% de la pobreza en
el mundo tiene nombre de mujer.
En momentos de recesión como
los que estamos padeciendo, las
mujeres trabajadoras perdemos el
trabajo en mayor proporción que los
hombres y tenemos más peligro de
caer en la pobreza, puesto que trabajamos
mayoritariamente en el
sector informal y en los hogares.
En la India el sector informal constituye
el 93 % de la fuerza laboral del país y el 94% de la mano de
obra femenina está en este sector.
Las mujeres representan más de
la mitad de la mano de obra agrícola
en el mundo.

Violencia:

La violencia contra las mujeres y
las niñas adquiere proporciones de
epidemia, es la violación de los derechos
humanos más generalizada.
A escala mundial, se estima que
al menos 1 de cada 3 mujeres ha
recibido golpes, coacciones para
forzarla a tener relaciones sexuales
o ha sufrido otro tipo de abuso por
algún hombre presente en su vida.
Del 45% al 60% de los homicidios
contra las mujeres se realizan
dentro el ámbito familiar y la mayoría
por sus maridos.

En Méjico, cada 6 horas asesinan
a una mujer y cada 4 minutos
violan a una mujer.
En Sudáfrica, cada 17 segundos
violan a una mujer.
El 80 por ciento de las víctimas
de las armas ligeras en el mundo
son mujeres, niñas y niños, y en los
conflictos armados se utiliza la violación
como arma de guerra y de
represión.

El tráfico de personas

Debido al empobrecimiento que
el sistema lleva a muchos países,
hay familias que venden las menores
para el lucrativo servicio de la
prostitución.

2 millones de menores,
mayoritariamente niñas, son explotadas
sexualmente en el mundo,
120 mil mujeres y menores son
trasladadas cada año a Europa Occidental
para ser explotadas
sexualmente. En la Jonquera, la frontera
norte de Cataluña, tenemos el
burdel más grande de Europa.
En los Estados Unidos, 50 mil
mujeres, niñas y niños son víctimas
del tráfico de personas.

Conciencia de
género y de clase:

A través de la historia, los poderes
económicos y religiosos han
condicionado a la mujer y la han
relegada a una escala inferior para
dominarla, poseerla y esclavizarla.
Las mujeres somos diferentes a los
hombres porque el patriarcado nos
discrimina por razón del género.
Todo aquello que es femenino tiene
menos valor: el trabajo, la condición
social, la condición humana...

Y esto se combate teniendo
conciencia de género.
Las mujeres no somos ni más
buenas ni más malas en función de
la clase social a la que pertenecemos,
lo que separa a las mujeres
en este sistema capitalista es la
plusvalía. La plusvalía es el valor que
una trabajadora genera por encima
del dinero que recibe como
salario fruto de su esfuerzo laboral
y que a la vez constituye el origen
de la acumulación del sistema capitalista.
Esta es la diferencia entre
las mujeres, la clase, y el feminismo
interclasista perjudica a la mujer
trabajadora.

Solidaridad en las luchas:

En la década de los 30, Mujeres
Libres, como organización de mujeres,
puso todos sus esfuerzos
para la emancipación de las mujeres
de clase trabajadora con el objetivo
de prepararlas para ocupar un
lugar en la revolución y en la nueva
sociedad que se divisaba. Marta
Akelsberg ha hecho un estudio riguroso
y profundo en su libro Mujeres
Libres.
Silvia Federici, nos explicó, en su
conferencia a raíz de la presentación
del libro ‘El Caliban y la bruja’
en Barcelona, que las feministas del
siglo XXI debemos salir de las instituciones
y de las aulas universitarias,
nos tenemos que organizar y
ocupar de nuevo las calles y retomar
la lucha por los derechos sociales,
laborales, culturales...

Conocer qué hacen otras mujeres
en el mundo. Solidarizarse con
ellas y trabajar desde el feminismo
de clase, por la emancipación de
las mujeres trabajadoras en el mundo.
Y recordamos, entre otras, las
luchas de las mujeres que ocuparon
la plaza Tahrir de Egipto. La resistencia
de las mujeres en la India:
contra la discriminación por los sistemas
de castas, de clase y patriarcal.
Las mujeres de Colombia
asesinadas por su lucha por los
derechos humanos y civiles de la
población. El triunfo en la Argentina
de la lucha de las obreras y de los
obreros de la fábrica Zanon-
Fasinpat.

Y, el 8 de marzo, todas y todos
salimos a la calle recordando a la
compañera Yolanda González Martín
y, luchando, como ella hacía, por
el Trabajo, la Igualdad y la Dignidad
de las Mujeres Trabajadoras, reivindicamos:

• R e p a r t o
de todos los
trabajos y la riqueza.
Por
la plena
ocupación,
trabajo y salarios
dignos.
Planes
de ocupación
para cubrir
necesidades
productivas
y sociales.

• Sanidad, Educación,
Servicios Sociales,
escuelas cuna y residencias
para abuelas y abuelos, públicos,
universales, gratuitos y de
calidad.

• Ni recortes, ni
privatizaciones. Recuperemos los
servicios privatizados.

• La vivienda es un derecho;
paralicemos los desahucios. Parque
público de alquileres sociales.
Regulemos la dación en
pago.

• Las mujeres decidimos sobre
el propio cuerpo. Aborto libre,
gratuito y en centros públicos.

• Fuera la ley de extranjería.
Igualdad de todas las trabajadoras
y trabajadores.

• El rescate bancario con dinero
público es un robo a la clase
trabajadora. Expropiemos la
banca sin indemnización. Nacionalicemos
toda la banca. No
paguemos la deuda pública.

Carme Álvarez, Grupo de Mujeres de Lucha
Internacionalista

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