Mohamed Bitari es miembro de la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil Palestina Siria. Tuvo que irse de Yarmuk, el campo de refugiados palestinos del sur de Damasco donde ha nacido y donde vivía toda su familia, después de ser detenido por el régimen de Bashar al Asad. Está en contacto permanente con los activistas que continúan en el campo, entre dos fuegos: el ataque y cerco del régimen y el Estado Islámico (EI).

LI.-¿Cuál es la situación en Yarmuk?

MB.- A principios de abril el Estado Islámico entró en el campo, de acuerdo con el frente Al Nusra que ha roto el acuerdo con la resistencia palestina. Casi han conquistado el 80% del territorio del campo. La brigada Aknaf Beit el-Maqdis y el Ejército Libre Palestino de Liberación combaten contra el Estado Islámico. Mientras, el régimen de Bashar Al-Asad, está aprovechando la entrada de los yihadistas para lanzar barriles explosivos sobre el campo. El ejército sirio también está probando un nuevo modelo de misil de fabricación iraní, el Elefante: y no bombardea la zona bajo control de los yihadistas, sino sólo las calles donde están arrinconados los rebeldes sirios y palestinos. Incluso han atacado el cementerio del campo, donde estaban enterrados muchos mártires palestinos. No olvidemos que desde hace tres años el régimen sirio somete a los palestinos de Yarmuk a un asedio feroz: debido a este bloqueo han muerto 175 personas de hambre y muchas más por falta de medicinas. No hay electricidad ni agua corriente. Quedan unas 18.000 personas atrapadas, 3.500 de los cuales son niños. El campo de Yarmuk es muy importante en la historia de Palestina y ahora hay que centrarse en salvar a la gente.

LI.- El régimen sirio ha amenazado con la entrada del ejército en el campo.

MB.- Sí, el representante de Siria en la ONU ha dicho que en Yarmuk sólo quedan 1.000 personas, pero no es cierto. Utilizan el pretexto del Estado Islámico para invadir el campo. Lo que quieren es borrar a los palestinos de Siria.

LI.- ¿Cómo valoras la política de la OLP ante el sufrimiento de los refugiados palestinos de Yarmuk?

MB.- El jefe de la delegación que la OLP ha enviado a Siria para encontrar una salida a la situación de Yarmuk ha declarado que no quedan palestinos en el campo. Hace semanas que la OLP asegura que Yarmuk ha caído. También hace días que lo anuncia Al Jazira. Y no es así. La gente que sigue en el campo lleva dos años resistiendo y está decidida a continuar. Lo que reclamamos a la OLP, a la Cruz Roja y la ONU es que se abra un corredor seguro para hacer llegar alimentos y medicinas al campo y para poder sacar a los heridos y las familias que quieran salir. Muchos activistas no quieren irse y tienen miedo de que el régimen los detenga si salen: un maestro de Yarmuk muy conocido declaró en un vídeo que sólo saldrán de allí muertos o bien para volver a Palestina. Pero la OLP defiende la rendición en lugar de apoyar la resistencia.

LI.- Asegurais que el EI entró en Yarmuk con el apoyo del Frente Al Nusra.

MB.- La gente de Yarmouk sabe muy bien qué es el Estado Islámico y qué es el régimen sirio. Pero entraron en el campo en la zona controlada por el Frente Al Nusra y con sus banderas. Cuando llegaron al centro del campo, levantaron las banderas del EI. Cuando una delegación de palestinos intentó negociar con el EI el primer día, los decapitaron. Han detenido 75 personas y dos chicas, y no sabemos qué les ha pasado. Los adultos están dispuestos a resistir, lo que más nos preocupa son los niños.

LI.- ¿Como se ha vivido el conflicto en Siria desde el levantamiento popular contra Asad en 2011?

MB.- Los refugiados palestinos de Yarmuk abrimos los puertas a nuestros hermanos sirios, que huían de la represión del régimen: los acogimos en las casas, en las escuelas, en las mezquitas. Y el régimen nos quiso castigar por ello. Como nos pasó a los palestinos en la Nakba [el desastre] de 1948, todos aquellos sirios tuvieron que dejarlo todo, huir de su casa y volver a empezar de cero. Seguramente nos volverá a pasar lo mismo una y otra vez. Pero no pasa nada, como sirios y como palestinos, defendemos la libertad de todos los pueblos. Y si no fuéramos libres, no seríamos palestinos. Continuamos la lucha contra el régimen. Y su estrategia fue sitiar Yarmuk ... Y ahora nos ataca el EI, estamos en la boca del lobo.

LI.- El régimen sirio asegura que enfrenta al estado de Israel.

MB.- El cineasta Taher al-Sahli en un corto titulado MIG [cazas de fabricación rusa] lo resume en una sola pregunta: «¿cómo puede ser que un régimen luche contra Israel, mientras mata palestinos?». Y si no nos creen, basta con ver qué dice el estado de Israel. Desde 1973 hasta ahora, Israel considera Al Asad su «mejor enemigo » en Oriente Próximo, porque la frontera entre Siria e Israel siempre ha sido la más tranquila. En 2012, los jóvenes palestinos de Yarmuk fuimos a la frontera para conmemorar la Nakba: vi como mis compañeros cayeron muertos por los disparos de los soldados israelíes, mientras el ejército sirio lo miraba a cien metros de distancia y no hacía nada.

LI.- Esto llevó a una revuelta dentro del campo.

MB.- Yo participé. Llegamos al cementerio del campo para enterrar a los mártires que cayeron en la frontera sirio-palestina. Era una manifestación enorme, con jóvenes, hombres y niños. Había una mujer, que había vivido la Nakba, que lanzó un zapato contra un dirigente del Frente Popular-Comando General y otro del Frente Popular, que habían estado en la frontera y en lugar de ayudar se habían quedado hablando con los medios de comunicación. Ni siquiera se quisieron llevar a los heridos en sus coches. En la manifestación uno de los guardaespaldas sacó una pistola y disparó al aire. Los refugiados palestinos no pudieron callar. Ya basta de que nos maten. Queremos luchar y vivir, es nuestro derecho. Un periodista palestino, Hassan Hassan, que hace poco murió en las cárceles del régimen, gritó en la manifestación reclamando la caída de Jibril, el líder del FP-CG. Jibril siempre ha estado apoyando al régimen contra los palestinos. Después fuimos a la oficina del partido: fue una decisión de las familias de los mártires. Sus hombres armados comenzaron a disparar desde la azotea. Lo vi con mis ojos. ¿Cómo se puede ser palestino y matar palestinos?

LI.- ¿Cómo se explica este divorcio entre lo que quieren los refugiados palestinos en Siria y la política del FP-CG y la OLP?

MB.- Creo, como muchos, que estas organizaciones están acabadas desde hace tiempo. Si no defienden a los refugiados no pueden representar al pueblo palestino. Estos partidos no son como antes: no tienen miles de militantes, tienen a los jefes y sus hijos. Muchos los han dejado: están muy lejos de representar el pueblo palestino. Y en Gaza y en Cisjordania vemos lo mismo. ¿Qué hacen? Apoyan a Irán, al régimen sirio... nada de eso es lo que necesita el pueblo palestino, que son los que mueren en Yarmuk. Es mentira que la OLP haya sacado palestinos de Yarmuk ni que el FP-CG luche contra el EI. Son las mentiras que se cuentan en la televisión palestina.

LI.- ¿Qué piensas de la revolución siria?

MB.- Yo soy palestino-sirio. Lo que pasa en Yarmuk es lo mismo que ocurre en muchas ciudades sirias: que el régimen y el Estado Islámico se coordinan para asesinar a la gente. Nuestra salida, como palestinos, sólo puede ser con el pueblo sirio. Hay que unir a palestinos, sirios y kurdos para defendernos del régimen y del EI. Hemos compartido esta revolución. Hay brigadas sirias intentando llegar al campo para defenderlo. Necesitamos la solidaridad internacional.