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EDITORIAL

Balance de las Municipales

Lucha Internacionalista, 15 de junio de 2015




Las elecciones del 24 de mayo han certificado la crisis de los partidos del régimen del 78. Casi 4 millones de votos abandonan los partidos que fueron referencia en los últimos 40 años: PP, PSOE, IU y CiU...

sólo resiste el PNV. Y con fuerza irrumpen a derecha e izquierda formaciones nuevas que no aparecen comprometidas con un régimen identificado con corrupción e impunidad. Han sonado todas las alarmas, el PP propone un pacto de estado al PSOE para evitar que esas nuevas fuerzas alcancen gobiernos municipales y autonómicos, pero el PSOE sabe que de hacerlo está cavando su propia tumba. Todo apunta a que ese proceso se acentúe en los próximos comicios.

El Gobierno del PP sale muy debilitado y anuncia una remodelación profunda antes del verano.

Agitar una y otra vez que su política nos ha sacado de la crisis ya no cuela y la derrota sin paliativos abre una nueva crisis interna: varones claves como Bauzá, Fabra, o Esperanza Aguirre… pierden alcaldías y autonomías históricas para el PP. Ciudadanos viene a recuperar sólo una parte del desgaste del PP, pero no puede evitar un giro a la izquierda en el electorado, que dice basta a que los de siempre paguemos la factura de la crisis, mientras empresarios y políticos del régimen se llenan los bolsillos.

La caída del PP es tan significativa que la del PSOE parece menor, pero es mucho más grave porque ha dejado de ser el principal referente de izquierdas en muchos lugares.

Los casos de Madrid y Barcelona son importantes, pero hay muchos más. La crisis del PSOE es parte de la crisis global de la socialdemocracia, porque la fase actual del capitalismo deja poco margen al reformismo y ellos no están dispuestos a romper con el sistema. IU corre a buscar una refundación, o al menos un bloque, la «unidad popular» como el que ha conseguido ICV en Barcelona, con Barcelona en Comú, para evitar caer –como en Madrid- en la marginalidad. Pero Podemos parece convencido que hoy cuenta con las cartas para ser él quien dicte las normas de la alternativa de la izquierda al PP en las próximas generales.

La crisis de los partidos tradicionales es general en toda Europa, pero mientras en el centro y norte de Europa la situación gira hacia la derecha y la extrema derecha, en el sur se impone el giro a la izquierda. Hay algo en común que lleva a los ciudadanos europeos a abandonar las formaciones tradicionales, y es que aparecen cuestionando la Unión Europa o su política, como foco de los males que sufre la población. Desde la izquierda la UE aparece como el gestor de los intereses del gran capitalismo multinacional y financiero que nos ha llevado a la crisis y la ha descargado contra los trabajadores/as, es el caso de Syriza o Podemos: no hablan tanto de romper con ella como ponerle límites. Desde la derecha se habla de recuperación de la soberanía nacional, con los llamados partidos euroescépticos, recientemente en Polonia con Andrzej Duda del partido Ley y Justicia, o Le Pen del Frente Nacional en Francia, incluso la victoria de Cameron en Gran Bretaña la consigue comprometiendo un referéndum sobre pertenencia a la UE, es decir desplazándose al terreno del UKIP.

La Unión Europea y su política aparecen cuestionados por la población, pero mientras ese cuestionamiento sea sólo en el terreno electoral, el capitalismo y los estados van a poder ir cambiando para que todo siga igual. Sólo la irrupción del movimiento de masas, y en particular del movimiento obrero puede abrir el camino a una salida real de la crisis. Esta es la cuestión que está planteada no sólo en Grecia, a pocas semanas que venzan los plazos del pago de la deuda, sino también en el resto de Europa. Nosotros vamos a trabajar apoyando y participando en las luchas concretas que se vienen dando y también con el impulso de una política de construcción de una alternativa política.

Las próximas elecciones previstas son las autonómicas catalanas para el 27 Septiembre. La burguesía catalana duda si mantener su compromiso pues se va agravando la crisis de uno de los dos socios de CiU, Unió Democràtica de Catalunya. Pero si no mantiene la fecha pactada también puede pagar un alto precio, pues en las recientes elecciones también salió fortalecido el polo soberanista que quiere una ruptura con el estado.

La propuesta de Lucha Internacionalista es seguir fortaleciendo un amplio acuerdo por la ruptura: ruptura con el régimen, ruptura con el capitalismo. Fruto de ese tipo de acuerdos, hoy contamos con el primer concejal de LI entre los 4 electos de la CUP-Crida per Girona: Toni Granados, obrero químico cordobés y sindicalista. Un orgullo poder aportar ese perfil a los acuerdos por la ruptura.

Hay que impulsar un frente que, partiendo de los acuerdos alcanzados en las recientes elecciones de las municipales (CUP, CAV, izquierda revolucionaria…) y que han tenido muy buenos resultados, proponga confluencia con Podem y Procés Constituent.

La pugna por la recomposición del espacio de la izquierda en Catalunya se disputa hoy con el intento de reconstrucción de ICV que quiere ampliar el Barcelona en Comú a un «Catalunya en Comú», pero sería un desastre embarrancar los vientos actuales de cambio en una nueva reforma de la reforma.

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