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Presentación del libro

Panrico: la huelga más larga

Josep Lluis del Alcazar, 23 de octubre de 2016




Unas setenta personas nos reuníamos en la presentación del libro “Panrico la huelga más larga” en Barcelona. Libros de luchas obreras hace años que no se hacen. Por eso hay que agradecer este trabajo a todos y todas las que lo hicieron posible y a Isa Benítez y Homera Rosetti, sus autoras, por la abundancia de opiniones y documentación de primera mano. Es imprescindible recoger las experiencias de lucha, porque es a partir de ellas, con los aciertos y los errores, que se puede aprender de la experiencia y construir el futuro de nuevas luchas obreras.

La huelga de Panrico y las que fueron contemporáneas, como la de los basureros de Madrid, la de Teneco a Xixón, la de Coca-Cola, más tarde la de Movistar o con otro objetivo los maestros de las Baleares, fueron intentos de dar un giro en la forma de encarar los despidos y los destrozos de los derechos laborales que habían golpeado brutalmente a la clase obrera entre 2009 y 2013. Era la lucha sin renuncias, el 0 despidos, 0 recortes. Se escapaba del guion que acostumbraban a escribir las direcciones sindicales, aquel “no hay nada que hacer”, “hay que ser realistas” y aceptar los EREs para minimizar los planes patronales,… que dejaron centenares de miles de nuevos parados/as.

Aquel 2013 en Cataluña hubo un auge en el número de jornadas de huelga y Panrico fue una de las claves. Y si esta tendencia no ha continuado ha sido porque patronal, gobiernos y direcciones sindicales mayoritarias consiguieron especialmente en Panrico aislar la lucha para imponer una brutal severidad no sólo al conjunto de la fábrica sino especialmente a los y las trabajadoras más combativas.

Esto ha llegado hasta la insultando sentencia del Supremo, en julio, que da la razón a la empresa porque se niega a ver la evidencia: que el mercado catalán estuvo lleno de productos Panrico durante la huelga, cosa que es una flagrante vulneración de un derecho fundamental. Los primeros juicios de los despidos también se han resuelto como procedentes. La patronal, el estado, las direcciones sindicales quieren que saquemos un único balance: esta lucha que ha supuesto tanto sufrimiento no ha servido para nada. Fuera de sus planes y de la dirección de la burocracia sindical estamos perdidos y lo pagamos caro.

Pero el verdadero balance de los 8 meses de huelga de los trabajadores/as de Panrico está por hacer, y no se hará en un papel. Decenas de miles de trabajadores y trabajadoras miraron esta heroica lucha entre la incredulidad y la emoción, y tienen grabado en su cabeza aquella pregunta que se repetía en todos los actos: “¿y cómo habéis aguantado?” y la respuesta está en los 8 meses de huelga: ¡se puede! La tarea de la izquierda es que perdure esta memoria, que no se borre. Una de estas trabajadoras, Puri en un acto de solidaridad con la lucha tenía que irse y me dejó un escrito por si lo podía leer en el turno de intervenciones, decía así: “Gracias a las trabajadoras de Panrico porque habéis hecho que volviera a sentir la palabra solidaridad. Habéis recuperado el espíritu y la capacidad de lucha de la clase trabajadora. Hemos estado orgullosas de poder hacer caja de resistencia con vosotros. Hacía mucho tiempo que esta práctica básica para aguantar una huelga no se usaba. Habéis hecho que volviera a ser vivo aquel Vallès anticapitalista que fue... y que volveremos a ser. La LUCHA CONTINÚA!”

Y más allá de reflexiones -que también hacen falta-, los y las trabajadoras irán otro vez a la huelga indefinida cuando la situación no los y las deje ninguno otro camino, como dice Vidal Aragonés en el prólogo “ El conflicto surge cuánto los ricos nos quieren sacar el pan ” y entonces todos estos meses de lucha, con las debilidades y fortalezas serán esenciales para mejorar las nuevas luchas, como lo fueron Laforsa o La Roca de los años 70. Todas las luchas bebían de la experiencia de estos referentes. Y Panrico ha entrado por méritos propios en esta categoría.

Josep Lluís del Alcázar

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