El 3 de septiembre del 1979 el presidente del Consejo del País Valenciano, Josep Lluís Albinyana, y el presidente de la Diputación de Valencia, Manuel Girona, fueron agredidos por blavers (denominación con que se conoce al movimiento político regionalista y anti catalanista ), en Quart de Poblet durante una visita al Ayuntamiento de este municipio de l’Horta para asistir al pleno que tenía que aprobar la petición de la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución española. Recordemos que hacía 4 años de la muerte del dictador.

Desde 1979 y, especialmente, en 1981 durante la celebración del 9 de octubre Diada Nacional del País Valencià, en la capital se registraron sucesos de gran violencia, con agresiones a manifestantes y a políticos de la izquierda, a periodistas, por grupos de la ultraderecha y anti catalanistas.

Esto solo son algunos ejemplos de lo que la clase obrera del País Valencià, hemos tenido que sufrir de los ataques de la extrema derecha, esa misma extrema derecha que gracias al PP les ha abierto las puertas a gobernar conjuntamente, ya hemos hablado de los personajes de la extrema derecha del País Valencià que están en las Cortes Valencianas.

Ejemplos de algunas de las políticas que se están implantando en el País Valencia

El acuerdo entre el PP y Vox elimina cualquier referencia a la violencia machista, que ha supuesto el asesinato de 149 mujeres desde que hay registros en País Valencià, y recupera el término de "violencia intrafamiliar”. La Mesa de las Cortes valencianas recientemente aprobó una propuesta del PP para eliminar el término “violencia machista” de la pancarta que la institución esgrime en los minutos de silencio tras los crímenes contra las mujeres.

En cuanto a memoria histórica, el Partido Popular de Carlos Mazón también asume las tesis de la extrema derecha y se compromete, junto a Vox, a derogar "las normas que atacan la reconciliación en los asuntos históricos", en referencia a la Ley valenciana de Memoria Democrática que está en vigor y que, entre otras cosas, ha permitido exhumar los cuerpos de centenares de represaliados durante la dictadura franquista en el territorio
valenciano y entregárselos a sus familias, como los trabajos, entre otros, en el cementerio de Paterna.

El PP y la ultraderecha también se comprometen, en su acuerdo de gobierno, a "sacar la ideología" de la Educación y reducir el valenciano en las aulas, garantizando que se enseñe en castellano en todas las etapas educativas si las familias lo deciden (eufemismo que se utiliza para hacer creer que exista un problema con el castellano). El valenciano dejará de ser obligatorio el próximo curso 2024-25 en las zonas castellanohablantes.

La polémica sobre el cuestionamiento de las Normas de Castellón (que unifico las normas del valenciano), que son negadas por el Gobierno de PP y VOX, cuestionando la autoridad de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) que aprobó en 2005 un dictamen en el que señalaba que valenciano y catalán son la misma lengua. Esta polémica es un ataque directo a nuestra lengua.

Ahora se aprovechan de los resquicios que la democracia burguesa les permite, es cierto que la nueva estrategia ya no pasa por actos violentos efectivos, pero su discurso es violencia institucional. Hay que seguir atentos ante los ataques a los colectivos feministas, LGTBIQ, a los inmigrantes, a la lengua, a toda la clase obrera y dar respuestas y exigir que los partidos parlamentarios de izquierdas no blanqueen o normalicen sus políticas, exigir que solucionen los problemas de la clase obrera e impedir que la inanición sea el germen que necesita la extrema derecha. No podemos permitir que estas políticas se normalicen entre las trabajadoras y los trabajadores. Hace falta organizarse y movilizarnos, un reagrupamiento de las fuerzas a la izquierda del PSOE-SUMAR, será la única forma de cortarles el paso a la extrema derecha y hacer bueno el lema de NO PASARAN.

Carlos Rodriguez (País Valencia)