Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



NI OPRESIÓN PATRIARCAL NI COLONIAL: ¡TODAS CON PALESTINA! ¡POR UN MOVIMIENTO FEMINISTA ANTI-IMPERIALISTA E INTERNACIONALISTA!



Estás aqui : Portada » Temas » Teoría / Historia

En el centenario de la muerte de Lenin

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional (UIT-CI), 27 de enero de 2024




El 21 de enero de 1924 perdíamos al fundador y máximo dirigente del ala revolucionaria de la socialdemocracia rusa, conocida desde 1903 como bolchevique. Junto a su papel determinante en la triunfante revolución de octubre, sus debates de 1917 mantienen hoy toda su vigencia. Extractamos el artículo “El rol decisivo de Lenin” publicado en Correspondencia Internacional, con motivo de los 100 años de la revolución rusa, y le rendimos el mejor homenaje que sabemos, seguir luchando por el socialismo con las herramientas que nos enseñó del partido bolchevique y la teoría revolucionaria.

En 1917 vivía exiliado en Suiza con su compañera Natalia Krupskaia. (…) Al enterarse de la caída del zar, Lenin comenzó de inmediato a buscar algún camino de regreso a Petrogrado. En medio de la guerra interimperialista, entre Suiza y Rusia se interponía el frente militar de las tropas alemanas y austro-húngaras contra el ejército zarista. La solución fue el legendario “vagón precintado” con el que atravesó Alemania.

Confusión y errores oportunistas en la dirección bolchevique 

La militancia bolchevique participó en forma activa y protagónica en las cinco jornadas de la insurrección de febrero y todos los acontecimientos que la siguieron, pero en medio de una gran confusión y vacilaciones de su dirección (1). Según las memorias de Sujanov (2), en la sesión del comité ejecutivo del soviet del 1º de marzo, donde entre treinta y nueve delegados había once bolcheviques, ninguna voz cuestionó al nuevo gobierno encabezado por los burgueses Guchkov y Miliukov. Al mismo tiempo, los bolcheviques en el barrio de Viborg, en mítines con miles de obreros y soldados, hacían votar casi por unanimidad que el soviet tomara en sus manos el poder. (…) Por su parte Lenin envió el 6 de marzo a los bolcheviques que estaban en Estocolmo un telegrama que entró en la historia. “Nuestra táctica: desconfianza absoluta, ningún apoyo al nuevo gobierno; sospechamos especialmente de Kerensky […] Telegrafíen esto a Petrogrado” (3).

A mediados de marzo regresaron del exilio en Siberia dos miembros del comité central, Kamenev y Stalin, quienes dieron una orientación más consistente hacia la derecha, de apoyo a los conciliadores mencheviques y SR y al gobierno burgués, y a la participación en la guerra (el socialpatriotismo), llamado el “defensismo revolucionario” (…) se sumaban por completo al defensismo de la burguesía y los partidos conciliadores. (…) y se propuso directamente una fusión con los mencheviques. (…) Lenin, por el contrario, el 26 de marzo, en su carta de despedida a los obreros suizos decía “no queremos nada con un gobierno Guchkov-Miliukov” y reafirmaba el derrotismo.

(…) Decía Stalin es su informe (del 29/03): “Hay que apoyar al gobierno provisional en la medida que éste consolide los avances de la revolución; por el contrario, no se le deberá apoyar en aquello que sea contrarrevolucionario”.

Y entonces volvió Lenin 

El 3 de abril a la noche, luego de ocho días de larga travesía, Lenin, Krupskaia, Zinoviev y otros exiliados arribaron a Petrogrado, a la estación de trenes de Finlandia. Varios miles de obreros y soldados se habían convocado para recibirlos. (…) Lenin hizo un breve discurso en uno de los salones de la estación, evocando a Carlos Liebknecht y su llamado a que los pueblos volverían sus armas contra sus explotadores y que finalizó ¡viva la revolución socialista mundial!

De allí, rodeado de manifestantes emocionados y entusiastas, se dirigió en un carro blindado (de esos que los obreros y soldados revolucionarios habían confiscado en febrero en los cuarteles) al local central del partido bolchevique, en el palacio Kchesinskaya, (…) Allí, sobreponiéndose al cansancio y la emoción, en la madrugada del 4 de abril, durante dos horas hizo un discurso ante los obreros bolcheviques petersburgueses, que no quedó registrado. (…) Lenin, según Sujanov, había dicho: “¡No tenemos necesidad de una república parlamentaria, no tenemos necesidad de una democracia burguesa, no tenemos necesidad de ningún gobierno fuera de los soviets!”
Pocas horas después, ese mismo día 4 de abril, Lenin presentó un informe con sus ideas resumidas en las célebres “tesis” (…) El 7 de abril apareció el texto en el Nº 26 del Pravda, con la solitaria firma de Lenin.
 

A fines de abril Lenin ganó la mayoría en su partido 

Había que hacer un giro decisivo, ya que el sector Kamenev-Stalin (…) directamente estaban en negociaciones para reunificarse. Al respecto, (…) el 4 de abril, Lenin había cerrado su discurso diciendo: “He oído que en Rusia hay una tendencia unificadora, la unificación con los defensistas. Esto es una traición al socialismo. Considero que es mejor quedarse solo, como Liebknecht: solo contra 110.” (…) Stalin se replegó silenciosamente. (…). Entre el 24 y el 29 de abril se hizo en Petrogrado la primera conferencia legal de los bolcheviques de toda Rusia. Las célebres “tesis” fueron aprobadas por una mayoría de 71 votos, con 38 en contra y 8 abstenciones.
Si Lenin había ganado en forma fulminante su batalla política no era solo por su influencia personal y su prestigio en el partido. En casi dos décadas, con avances y retrocesos, e incluso crisis internas, los cuadros y las bases obreras bolcheviques se educaban en una sólida tradición revolucionaria. (…)

El debate de Lenin en 1917 sigue en la actualidad 

A lo largo del siglo XX los partidos comunistas estalinistas hicieron lo opuesto a la política que exigía Lenin a su partido bolchevique: ruptura con la burguesía y a los partidos que conciliaban con ella. (…) Pocos son los que se animan a reivindicar a Stalin. Sin embargo, desde aquellos restos reciclados o los nuevos movimientos políticos, nadie apela a aquel debate de abril de 1917 para retomarlo en un sentido leninista.

Tanto los sandinistas en Nicaragua (aconsejados por el castrismo), Lula y el PT en Brasil y Chávez en Venezuela, y más recientemente en Europa, en Grecia Syriza (o en el Estado Español con Podemos –NE o Sumar-…), todos estos partidos aplicaron o aplican la política antileninista de pactar con la burguesía, o directamente gobernar para ella, rechazando la pelea por una salida socialista. Muchos de estos partidos actuales seguramente harán distintos homenajes a los cien años del triunfo de octubre y a su dirigente Lenin. Pero su política es la continuidad de aquellos conciliadores mencheviques y social revolucionarios, opuestos al leninismo y que fueron derrotados. Ninguno de esos partidos neoreformistas, igual que Kerensky en 1917, cumplió sus promesas de progreso para sus pueblos. Más bien todo lo contrario. La realidad sigue dándole la razón a Lenin y los intransigentes bolcheviques, que fueron consecuentes y para lograr la paz, el pan y la tierra encabezaron la toma del poder por los soviets.
 

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional

NOTAS

(1) (…) En 1924 Trotsky escribió Lecciones de Octubre, dando a conocer por primera vez la lucha interna en la dirección bolchevique iniciada con el regreso de Lenin. Está reeditado por Cehus, 2017.

(2) Sujanov era un socialista sin partido, fanático del apoyo al gobierno burgués, mitad político y mitad periodista, que logró estar en la conducción del soviet en los primeros meses, y escribió luego sus memorias.

(3) Este telegrama fue leído en la dirección bolchevique el 13 de marzo en Petrogrado, pero apenas en 1930 fue incluido por primera vez en una “recopilación leninista” en la URSS.

Ir a la versión en catalán