A los 17 años fue encarcelada en la Siria de Hafez Al- Assad por participar en las protestas contra la intervención de Damasco en el Líbano. Militaba en las llamadas células marxistas, que se enfrentaban al Partido Comunista sirio estalinista aliado del régimen. Cuando la liberaron se fue a Francia con su compañero, Youssef Abdelke , conocido intelectual opositor. Vive en el exilio en Francia. Visitó por última vez Siria un mes antes del estallido de la revolución para hacer su última película «Como si hubiéramos atrapado una cobra», sobre la libertad de expresión y los caricaturistas en Siria y Egipto. Su trabajo tomó forma a caballo de las dos revoluciones.

Lucha Internacionalista. ¿El golpe de Estado en Egipto y la guerra en Siria son el final de las revoluciones?

Hala Abdalla - Para mí es una revolución permanente en toda la región. No ha terminado, ni en Egipto ni en Siria. Ya sabíamos que no era fácil, después de décadas de dictadura, de terror y de falta de libertades. En Túnez y en Egipto la gente votó a los islamistas con esperanza, pero cuando llegaron al gobierno, muy pronto se vio que no tenían ningún plan, ningún programa para el futuro. Sólo querían acaparar poder y se olvidaban de todas las promesas. O cambiaban de chaqueta y de aliados. Y así la gente se da cuenta de que son de verdad y vuelve a la lucha. Porque no son nuestros aliados, pero no les podemos ignorar, ni a ellos ni a la relación que tienen con la calle. Existen, tienen medios y están muy bien organizados. Creo que hay que aceptarlos y al mismo tiempo combatirlos.

LI- ¿Los grupos islamistas ligados a Al Qaeda han secuestrado la revolución siria?

HA- En Siria hemos descubierto la naturaleza fascista de estos grupos antes de que se hunda el régimen: no hemos tenido que esperar que los islamistas lleguen al poder. En las zonas liberadas, no se esconden de nada. Todo el mundo ve sus ideas absolutamente reaccionarias y atrasadas y su falta total de respeto a los que no piensan como ellos. Lo que están haciendo es muy duro, pero a la vez pienso que con esta manera de actuar estos grupos no tienen ningún futuro en Siria.

LI- ¿Esperabas el estallido de la revolución?

HA- Todo el mundo pensaba que en Siria no pasaría nada, como si no hubiera motivos para una revolución. Nosotros sabíamos que había muchos movimientos contra el régimen, que sólo lograban chocar con la represión. Tenemos una historia de masacres, de encarcelamientos, de purgas... Sabíamos que el régimen no pararía nunca de reprimir violentamente al pueblo. Como había masacrado los campos de refugiados palestinos en el Líbano, o la cárcel de Palmira. La gente no se movilizaba porque temía la represión , no porque estuvieran de acuerdo con el régimen. Por eso no esperábamos la revolución en Siria, nos parecía que era demasiado difícil arrancar. Hubo varias protestas en febrero que fueron reprimidas... también las manifestaciones ante las embajadas de Egipto y de Libia.... era como un coche sin batería que empujas y no acaba de arrancar. Los niños de Daraa que hicieron una pintada contra el régimen y fueron detenidos y torturados fueron el detonante. Y después la violencia del régimen empujó a la gente a ser solidaria: cuando había dos muertos en un pueblo, al día siguiente salía una manifestación en la ciudad de al lado. Y esto llega hasta hoy: la violencia del régimen empuja a la gente a resistir.

LI- Con el acuerdo de Irán y Estados Unidos se ha cerrado un círculo de aislamiento de la revolución siria.

HA- No estoy decepcionada de los gobiernos, porque no esperaba nada de ellos: estuve contra la amenaza de intervención porque si hubieran atacado, Estados Unidos lo habría hecho por su propios intereses y contra los pueblo sirio. No quería la intervención porque sabía que nos haría daño. Pero sí estoy decepcionada de la sociedad civil: no hemos visto ninguna manifestación ni en países árabes ni europeos en apoyo a nuestro pueblo. Y eso es lo que duele en el corazón. No puedo entender que los pueblos nos han abandonado. Los sirios fuimos solidarios con los palestinos, con los pueblos de América Latina ... y a nosotros nadie nos ayuda.

LI- ¿Todavía tiene esperanza?

HA- ¡Por supuesto! El pueblo sirio no se rinde. Ya ha pagado un precio muy caro: más de 150.000 muertos, 13.000 de ellos niños i niñas... incluso los matan de hambre. Un pueblo que hace este sacrificio y sigue adelante, no retrocederá. Ahora hay dos revoluciones: una contra el régimen y la otra contra el integrismo, que quiere tragar todo. No han venido de fuera para hacer caer el régimen sino a desviar la revolución. Y la gente sigue saliendo a la calle contra el régimen y contra los integristas, que actúan con la misma violencia contra los manifestantes: matan, secuestran y reprimen. Yo confío en la gente que sigue saliendo a la calle para reclamar libertad y dignidad, y también los que, desde hace un año, comienzan a construir otra sociedad, en medio de la violencia y la miseria. Y también confío en las mujeres, que tienen un papel muy importante en la revolución.

La revolución sólo ha empezado. Costará mucho y tardaremos tiempo, pero no abandonaremos.

Nota:

Podéis ver algunos ejemplos del trabajo de la Hala en estos enlaces:

http://www.youtube.com/ watch?v=LYJPzVs76Z8

http://www.youtube.com/ watch?v=EKGV7U8_h3w

http://www.youtube.com/ watch?v=8bVOvBPMpG8

http://www.youtube.com/ watch?v=bbcX1yh7ZZA

http://www.youtube.com/ watch?v=h_HALO1BA6w