En la visita de Anglada a Vilanova,
con motivo de las elecciones al
Parlament, se planteó una convocatoria
de rechazo que, pese a una cierta
improvisación y ciertas prisas, resultó
exitosa. PxC no consiguió realizar el
acto de propaganda que pretendía y
cada folleto que repartieron sus militantes
fue acompañado de una octavilla
contraria, y cada mensaje oral a
comerciantes o vecinos, contestado
por los manifestantes antifascistas. No
nos salió gratis, hubo dos cargas de
la policía contra nosotros y algún golpe
de los guardaespaldas de PxC.

Después de esto el grupo de
convocantes de la manifestación acordaron,
con apoyo de la Unitat Contra
el Feixisme, formalizar un grupo de la
misma en la comarca del Garraf, que
se inició con una presentación, acto
en que participaron partidos, sindicatos,
entidades vecinales, y diversas
asociaciones, muy especialmente la
Asociación Cultural Gitana, Garraf Plural
(musulmán) y la Asociación Latinoamericana,
fruto de un trabajo minucioso
de contactos.

Pensando en la campaña de elecciones
municipales se realizaron varios
repartos de propaganda especialmente
en los mercados, combatiendo
los bulos que dan base a los argumentos
de PxC, y finalmente se organizó
una fiesta en la Plaza de la Vila -
anunciada en rueda de prensa por Toni
Albà, y una lectura de un manifiesto a
cargo de Sergi López-, por la que pasaron
más de 1000 vilanovinos/as de
todo color y procedencia, pese a ser
el día del partido Madrid-Barça.

Cuando finalmente PxC anunció su
acto central de campaña, su único
publico éramos el grupo de Unitat con
pancarta, octavillas y coros. Nuevamente
mostraron su cara violenta agrediendo, su cabeza de lista, con
una barra de hierro, a una joven que
ponía pegatinas en uno de los carteles.

Curiosamente los mossos que
presenciaban el acto cargaron contra
nosotros en vez de detener al
agresor, produciéndose dos detenciones.
Tras esto teníamos convocado un
acto con todas las candidaturas al
ayuntamiento, excepto PxC, pidiéndoles
que aclarasen su política, tanto
electoral como posterior, para luchar
contra la conflictividad y por la
convivencia dada la preocupación
que distintos mensajes electorales nos
causaban por el uso populista de
consignas discriminatorias y racistas.
El acto, altamente participativo y con
fuertes debates, fue valorado como
un éxito.

Esa misma noche uno de los
miembros de Unitat era esperado
cerca de su casa y, en presencia de
su hijo de 10 años, fue agredido por
varios miembros de PxC encabezados
por su alcaldable, Bellalta.
La respuesta fue una asamblea
que, con más de 100 participantes,
muchos de ellos entidades
o asociaciones,
convocó la
manifestación del
viernes 27. El resultado
1500 participantes,
según la
prensa, con participación,
por primera
vez de forma masiva,
del sector musulmán
y otros colectivos
de
inmigrantes. Una
Vilanova que se pronuncia
antifascis-ta
y que aísla a PxC.

Electoralmente PxC ha bajado de
los casi 800 votos del Parlament a
poco más de la mitad, 451 en VNG y
no ha conseguido ningún concejal en
el Garraf, contra la tónica de ascenso
registrada en general. Contestar
sus argumentos, no regalarles la calle,
unir con un trabajo de base con
escritos en los diferentes idiomas de
los grupos de migrantes y dar la cara,
ha sido muy eficaz.

Sin embargo, si no luchamos contra
las causas que sirven de abono a
su política (el paro, los recortes de
todo tipo a los sectores más humildes),
si no conseguimos que los más
afectados se unan para luchar juntos
por puestos de trabajo dignos para
todos, si no conseguimos algunos
éxitos, los más golpeados por la crisis
seguirán pensándose competidores
entre sí y jugaran a la baja con
sus salarios y con sus derechos para
conseguir subsistir, y en ese clima el
fascismo seguirá creciendo. La batalla
tan solo comienza y extiende su
frente por toda Europa.