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«QUE NO NOS UTILICEN»

Josep Lluis del Alcazar, 2 de junio de 2011




Pero dentro de la convocatoria del 14 muchos y
muchas se sintieron utilizados, otros convocaron
por separado en manifestaciones que confluían
e iban a acabar en lugares distintos al oficial.
La convocatoria nacía de CCOO y UGT, junto
con la FAV, la FAPAC y otras asociaciones menores.
Inicialmente estaban excluidos entre otros
la IAC (con USTEC, sindicato mayoritario en la
enseñanza pública) y la CGT. Finalmente la IAC
acabó firmando el manifiesto.

Algunos elementos permitían ver que detrás de la
movilización contra el recorte había un intento de seguir
haciendo campaña electoral en favor de los exsocios
del tripartito (PSC, IC/EuiA y ERC), partidos de
fuerte influencia en las direcciones de CCOO y UGT.
Todos los pronósticos de las elecciones municipales
auguraban la derrota histórica que después se confirmaría
y luchaban contra reloj por pararla. Miles de responsables
de la política municipal que deberán dejar
los cargos que han ocupados los últimos veinte o treinta
años. Todos estos partidos incluían la denuncia de los
recortes del Gobierno de CIU en los eslóganes electorales
y preparaban una presencia muy significativa en
la manifestación del 14.

En el manifiesto de convocatoria de CCOO y UGT,
todos los problemas de la enseñanza y la sanidad pública
habrían empezado el pasado 28 de noviembre
cuando CIU ganó las elecciones autonómicas. Grave
problema de amnesia de las direcciones de CCOO y
UGT. Los recortes de CIU son brutales y hay que movilizar
para impedirlos, pero nadie olvida que fue el
tripartito quien impulsó la privatización en la gestión de los CAPs, del récord en barracones
que nos dejó en las escuelas, o también
los recortes en materia de financiación
de centros públicos y de
plantillas. La política de privatización
y recorte de recursos a los servicios
públicos fue constante tanto del
tripartito como de la política municipal
(servicios, externalizaciones,...).

Hubo varias huelgas generales de
la enseñanza pública contra una
LEC rechazada masivamente desde
los centras. No se salva tampoco
IC/EUiA que ciertamente presentó
enmiendas a una parte del
articulado, pero ni presentó una
enmienda a la totalidad como pedían
los centros públicos, ni cuestionaba
la jerarquización y
privatización que imponía la LEC.

Sería absurdo que olvidáramos esa
realidad simplemente porqué CIU
puede hacerlo aún peor.
Por si esto no era bastante, la
convocatoria se hacía sábado por
la mañana, no fuera que los actos
electorales previstos para la tarde
del sábado pudieran quedar afectados.

Las manifestaciones de
siempre o se hacen el sábado por
la tarde o domingo por la mañana.
También la presencia destacada de
militantes del viejo tripartito... En las
últimas elecciones europeas CCOO
y UGT, junto con USTEC habían
asegurado que dentro del periodo
electoral no era posible convocar
movilizaciones o huelgas, por «este
motivo» se cortó la continuidad de
la lucha contra la LEC. Por si no
quedara claro, en la manifestación
CCOO saca un claro «noCiU» –nocivo
en catalán- para la enseñanza
pública o la sanidad.

La izquierda sindical debate
qué hacer

En paralelo a la preparación de la
manifestación, la CGT impulsaba un reagrupamiento de fuerzas sindicales,
de partidos y movimientos para
acordar una respuesta común. Muy
importante que, por segunda vez -
tras el 29 de enero con una muy
buena manifestación contra la reforma
de las pensiones-, se encuentren
sindicatos alternativos y
organizaciones de la izquierda revolucionaria.

¿Qué hacer? El movimiento
todavía tiene como referencia
a CCOO y UGT. Participaban la
IAC, Cobas, CNT, Solidaridad Obrera,
la COS y organizaciones de la
izquierda revolucionaria como
Endavant o Lucha Internacionalista,
representantes de la Asamblea
de Barcelona y algunos movimientos
de barrios. Ante la necesidad
de unificar los movimientos de base
que se estaban produciendo sobre
todo en sanidad, y la convocatoria
de CCOO y UGT, hacía falta encontrar
un punto que no fuera excluirnos
nosotros mismos de un
movimiento en el cual participábamos,
sin hacer el juego a las direcciones
de CCOO y UGT y a la maniobra
electoral.

Con razón el profesorado rechaza
la idea de dividir el movimiento
porque es consciente de que la división
provoca una pérdida de fuerza.
Realmente la convocatoria de
los sindicatos mayoritarios difícilmente
se podía rechazar, como fue el
caso también de la huelga general
de septiembre, pero ¿como crear
las condiciones para no depender
de su voluntad, generalmente
desmovilizadora y, cuando movilizan
- como el 14-, con objetivos diferentes
de los que defiende la mayoría
trabajadora?

La respuesta de «nos separamos
nosotros y la gente ya vendrá», creemos
que es equivocada. La mayor
parte de la gente va a la convocatoria
central, con sus compañeros
y compañeras de trabajo. Uno puede
decir, pues un día se darán cuenta
dónde los llevan CCOO y UGT,
pero este pensamiento hace el juego
a dejar la gran mayoría de la clase
trabajadora con las direcciones
tradicionales sin disputarles el debate
y la movilización.

Mientras el trabajador/a se moviliza hay que estar con ellos y ellas en la lucha, en todo caso explicando porqué
hemos de fortalecer instrumentos propios -de los trabajadores y trabajadoras-
de control de las movilizaciones, como asambleas y movimientos de
base, dónde los llevan las políticas de las direcciones de CCOO y UGT y por
qué hemos de fortalecer las organizaciones de izquierda sindical y política y
no ir a salto de mata.

Lo que no puede ser es que desde la izquierda sindical y política se haga
mucho trabajo de base y cuando este se canaliza hacia un movimiento general,
entonces el referente sea la convocatoria de los grandes sindicados,
mientras nosotros nos marginamos en una cita diferenciada para la gente ya
convencida, dejándonos la mayoría de trabajadores del día a día en la otra.
Es por esta razón que Lucha Internacionalista defendía formar un bloque
dentro de la manifestación con un final diferente y un manifiesto propio. Sin la
formación del bloque y con muchas desigualdades y dispersión, esta acabó
siendo la participación en la manifestación del 14 de la izquierda sindical y
política.

Polémica dentro del movimiento amarillo

La «marea amarilla» había hecho una convocatoria separada de la central
y se planteaba ir al final de la manifestación. CCOO, que acababa de impulsar
un intento fracasado de oponer camisetas negras a las amarillas, reacciona
y convoca en el mismo lugar y ocupa la cabecera de la marea amarilla.
Inevitablemente la maniobra provoca una fuerte polémica dentro el movimiento
amarillo y se levantan voces contra la manipulación.

En el movimiento de escuelas amarillas están todas las opiniones sindicales,
obviamente muchos afiliados/as a CCOO por ejemplo, tanto entre maestros
como entre padres y madres. El debate sobre la utilización de la manifestación
hacía falta continuarlo, pues callar es aceptar la maniobra, pero en el
qué hacemos para que esto no vuelva a pasar, están centradas todas las
discusiones.

Creemos que sería un error cerrar con un cierto programa el movimiento
por tal de poner distancia respecto de algunas opciones sindicales. Primero
porque es difícil excluir programaticamente a un sindicato sin que no se sientan
excluidos a la vez multitud de maestros que llevan la camiseta amarilla.
También creemos que sería un error intentar convertir en organización lo que
es un movimiento. La voluntad del movimiento debería ser abrir e integrar
cada vez a más y más gente con un único punto claro: defender la enseñanza
pública amenazada por los recortes, las políticas privatizadoras y
jerarquizadoras. El movimiento, eso sí, necesita coordinarse de manera sencilla
como coordinación de los movimientos amarillos. A más coordinación y
claridad en los acuerdos que se toman, más difícil es intentar manipularlo, en
todo caso todo el mundo tiene la palabra para convencer de sus propuestas.

El segundo peligro es que por evitar que venga alguna organización se
estuviera tentado de excluirlas a todas. Esta tendencia en muchos movimientos
de jóvenes se vuelve también contra el propio movimiento y la libertad
de todos los que lo integran de expresarse cómo quieran. Y además
hace falta añadir una reflexión importante: si el movimiento no genera más
organización sindical y política como formas estables de continuar la lucha,
cuando por la evolución natural de la lucha ésta vaya de caída, no quedará
nada. Un buen ejemplo de estos movimientos inmensos que después no
dejan nada como continuidad fue el de la lucha contra la guerra. Por eso en
los movimientos hace falta que todo el mundo se pueda expresar libremente,
como organización o individuo, hace falta que todo el mundo respete el marco
que entre todos y todas nos damos. Y hace falta imponer, con la fuerza de
la movilización, este respeto también a las direcciones burocráticas.

Los recortes apenas acaban de empezar: sueldos y pensiones, otro golpe a
las pensiones con los 67, ahora servicios públicos... pero la crisis continúa
profundizándose y la tendencia del capital financiero de mantener sus beneficios
sin importar el coste social no tiene límites y seguirá quitando y quitando a
las clases trabajadoras. Es pues indispensable seguir impulsando la movilización.

Josep Lluís del Alcázar

Delegado de enseñanza pública

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