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Elecciones el 20 de noviembre

Formar un frente de lucha anticapitalista

Josep Lluis del Alcazar, 8 de septiembre de 2011




Finalmente será el 20N, por si
la sombra del viejo dictador
acaba dando una mano al
PSOE y hace el milagro que la
gente vuelva a votarle para
cerrar el paso a la derecha
franquista. Pero difícilmente se
le va a escapar la victoria de
Rajoy. Sin movilizaciones
contra el Gobierno es la
derecha la que electoralmente
canaliza el desgaste del PSOE.

Se ha confirmado en
Catalunya, en las municipales y
todas las encuestas apuntan
en la misma dirección.
Por si no fuera suficiente, las últimas
medidas de Zapatero acaban
- si es que quedaba alguna- con la
credibilidad de Rubalcaba y su supuesto
«giro a la izquierda», al punto
que intervino suavizando el texto
pactado entre Zapatero y Rajoy para
la reforma de la Constitución.

La derecha, por su parte, ya se
prepara para emprender un ataque
en toda regla contra los trabajadores/as aprovechando el impulso
de un triunfo electoral.
Del mismo modo actuó Mas
en Catalunya, intentando justificar
sus medidas por culpa
de la gestión anterior del
tripartito. A modo de ejemplo,
Cospedal, presidenta a
Castilla-La Mancha, aplica un
duro recorte del 20%.

El giro a la derecha que se
está dando en toda Europa
no es un resultado inevitable
de la crisis, sino la consecuencia
del rechazo masivo de los
trabajadores ante la política a
una sociademocracia vendida
en cuerpo y alma al dictado
del gran capital. Pero esa
política de Zapatero que en
nada se diferencia de la derecha
de Sarkozy o Merkel,
tiene otro efecto en su base
social –al que contribuyen y
de qué manera las direcciones
sindicales mayoritarias- y
es introducir la desmoralización,
con el discurso que no
hay nada que hacer y que,
ante los ataques brutales de
patronales y Gobierno, sólo
queda resignarse e intentar
minimizarlos un poco.

Hay voces en la izquierda
que dicen preferir un Gobierno
de Rajoy, con aquello de
que «contra la derecha se lucha
mejor», pero nosotros
siempre hemos rechazado
este razonamiento, como su
corolario de que «cuanto
pero, mejor». Cada retroceso
de los trabajadores/as, en
condiciones de vida, máxime
si se hace sin lucha y sin crecimiento
de sus organizaciones,
es un golpe también en
su conciencia de clase. En
Grecia se ha luchado y se
está luchando de forma ejemplar
ante un Gobierno «socialista
», en Francia se dio una
gran batalla en defensa de las
pensiones a Sarkozy. Lo decisivo
es avanzar en la capacidad
de lucha.

Por ello y sin minimizar las
consecuencias políticas de los
resultados del 20 N, se impone
una tarea ineludible. Salir
de este círculo vicioso es poner
todos los medios para
romper esa dinámica desmoralizadora, demostrando que hay
alternativas des de la izquierda, la
izquierda que cuestiona el capitalismo
y lo enfrenta, que defiende sin
miedo los derechos nacionales de
los pueblos que niega el régimen
monárquico. Y esa tarea puede o
no tener resultados electorales,
pero lo decisivo es la estrecha unión
de su construcción a las luchas que
son necesarias en las fábricas, en
la sanidad y la educación contra los
recortes, mano a mano con trabajadores
recomponiendo un sindicalismo
comprometido. Y de la mano
de los jóvenes y del movimiento alrededor
del 15M.

IU, Equo/ICV. Más de lo
mismo.

La ruptura del acuerdo IU-ICV da
como resultado dos nuevos proyectos
políticos. Por un lado IU con el
PC al frente, intenta reformularse
con las Mesas de Convergencia, un
acuerdo presentado en Madrid el 19
de febrero en la sede de CCOO
entre intelectuales y Attac. Se trata
de un proyecto de contenido socialdemócrata,
estrictamente contra el
neoliberalismo. Un intento de volver
la rueda atrás, a un capitalismo regulado
con Estado de Bienestar,
entroncando con la política a medida
de las direcciones de CCOO y
UGT, a quienes ni siquiera se critica
por el Pacto de pensiones o el
Pacto Social.

¿Es posible hacer un programa
creíble y alternativo con las medidas
que el PSOE en el Gobierno
ha ido abandonando? ¿El capitalismo
puede «involucionar» para adquirir
un rostro humano, o lo que
estamos viviendo es la consecuencia
de las propias contradicciones
intrínsecas del sistema? Esta es la
cuestión.

Por su parte ICV impulsa un
acuerdo con la recién constituida
Equo, que encabeza el ex director
de Greenpeace España. IU ha sufrido
en poco tiempo dos escisiones
ecosocialistas en Baleares
y el País Valencià,
y ambas confluyen en
Equo. Asimismo
Llamazares prepara su fin
de ciclo como parlamentario
con su «IU abierta»,
buscando un frente amplio
ecosocialista con ICV
y Equo. La reciente participación
de ICV en el
Gobierno tripartito catalán,
en consejerías tan
destacables como interior,
valen más que mil
palabras.

¿Qué hacer entonces?

Desde hace meses en Lucha Internacionalista
hemos insistido en
la necesidad de una plataforma o
frente en todo el estado. En ese
sentido habíamos considerado un
paso muy positivo la constitución de
Iniciativa Internacionalista en las
elecciones europeas. También la
experiencia de «Des de Baix» en
Catalunya, aunque con sus dificultades,
supone un avance que reivindicamos.

Izquierda Anticapitalista mandaba
a medidos de julio una carta a las
organizaciones de la izquierda proponiendo
«una candidatura unitaria
anticapitalista y alternativa: desde
abajo y a la izquierda».

A esa carta
respondimos afirmativamente desde
LI, unos días más tarde también
En Lucha apoyaba la propuesta. En
un sentido similar Red Roja (escisión
de Corriente Roja) mandaba una
carta proponiendo un frente en términos
similares, y también les respondimos
proponiéndoles una reunión.
Pero hasta el momento no
se concretan los pasos para hacer
posible ese frente.

Desde Catalunya con Des de Baix,
nuestra propuesta es volver a invitar
a organizaciones, movimientos
y militantes la participación. Entre las
primeras es importante contar con
la izquierda independentista, con la
que participamos en Iniciativa Internacionalista
y en las municipales en
la candidatura de Barcelona, sin
excluir a las CUP. Otra vez hay que
buscar un trabajo en común con
movimientos municipalistas alternativos
como las Candidaturas Alternativas
del Vallès. El llamado debería
ser muy abierto a muchos trabajadores/
as y jóvenes que no tienen
por qué participar de ninguna organización
política. A pesar de las dificultades
que han introducido en la
ley electoral (ver recuadro), impulsar
el frente más amplio posible para
utilizar el espacio electoral también
para hacer llegar nuestro llamado a
la lucha y la organización.

Reactivar Des de Baix

Pronto hará un año que se puso en marcha Des de
Baix. La intervención en las elecciones autonómicas
catalanas se cerró con un balance muy positivo desde
nuestro punto de vista, particularmente porque
levantaba expectativas en un sector que permitió hacer
un acto de cierre de campaña con 500 personas y
uno de balance un mes después con 150. Empezábamos
bien.

Una y otra vez habíamos estado insistiendo que no se trataba de poner en marcha
en simple acuerdo electoral, sino de un proyecto que quería implicarse en la lucha
cotidiana, más allá de lo que ya hacemos cada una de las organizaciones por sí solas,
un proyecto que permitiera ir ampliándose a otras organizaciones, movimientos y militantes.
Pero el proyecto no consiguió generar nuevas iniciativas que dieran continuidad
a la campaña electoral y que invitaran a una mayor implicación de los y las que se
habían acercado, en las luchas concretas. Además para conseguirlo debía ofrecerles
algún marco propio de DDB, había que crear algún tipo de estructuras muy sencillas
locales y sectoriales, algún tipo de mecanismo de debate y decisión en el que todos/as
se sintieran implicados/as y, sobre todo, había que alimentar DDB con declaraciones,
intervención, propuestas,...

Esto no se hizo, y una parte de aquellas energías que se levantaron en la campaña
electoral de las autonómicas catalanas se fueron diluyendo a medida que Des de Baix
no daba muestras de vida y avanzaba propuestas. A parte de alguna intervención con
pancarta en algunos conflictos, la actividad se limitó a alguna jornada de reflexión,
como sobre municipalismo y sobre la crisis y el sindicalismo. Muy poco para animar a
los que se habían acercado, y las reuniones iban siendo cada vez menores.

Las elecciones municipales volvieron a sacar de un cierto letargo a DDB. Esta vez se
impulsaron candidaturas de DDB en Girona y Cornellà, y en St. Esteve de la Sarga,
pueblo del Pallars Jussà. . En los dos primeros casos las candidaturas permitieron ir
progresando el grado de consolidación de DDB, en St Esteve se sacó un concejal. En
Barcelona se entró en negociaciones con la CUP que forzó que el acuerdo debía eludir
la referencia de DDB en las siglas y así -equivocadamente a nuestro entender- se
formó CUP-Alternativa por Barcelona. Pero no sólo se trataba de un problema de
protagonismo de la CUP sino también un problema político, y en el mismo sentido, a lo
largo de la campaña electoral mientras se esfumaba la presencia en actos y declaraciones
de DDB, se iba diluyendo el carácter anticapitalista de la candidatura. El balance
electoral en Barcelona, positivo si lo analizamos en término de votos, de poco sirvió
para consolidar DDB.

Ahora volvemos a estar ante un nuevo proceso electoral. Y de la misma manera que
las elecciones han sido útiles para explicar la necesidad de confluir en un frente en
ruptura con el capitalismo y defensa de los derechos de los pueblos, esta nueva campaña
puede y debería ser un nuevo impulso. Pero nosotros nos reafirmamos en que
DDB debería ir más lejos que responder a los procesos electorales para impulsar un
referente de construcción política en las luchas cotidianas. Los motivos que levantaron
expectativas entre algunos cientos de compañeros/as continúan estando planteados,
quizás con más fuerza a medida que avanzan los planes capitalistas: ataques al empleo,
los salarios y las pensiones, recortes en educación, sanidad y servicios sociales,
desahucios... Por ello creemos que es imprescindible impulsar y ampliar Des de Baix.
Pero ello exige varias cosas:

1.- Implicar más a DDB como tal en las luchas. Sin que por ello cada partido
pierda su autonomía, para participar como tal en las luchas es necesario trabajar
para buscar el acuerdo político que permita un referente más sistemático.

2.- Dotar de mecanismos de debate y funcionamiento regular, en la que organizaciones
y militantes no organizados políticamente decidan las propuestas de
DDB. Habría que potenciar reuniones regulares de DDB a nivel local o sectorial y
establecer un mecanismo asambleario y de coordinación de organizaciones para
la toma de decisiones por mayorías amplias.

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