Andalucia

¿Qué hará IU?

El PP gana en escaños a pesar
de que pierde 160.000 votos respecto
de las anteriores elecciones
autonómicas. El aumento del número
de escaños populares responde
al aumento de la abstención en
10% y a la caída brutal de los socialistas
en 650.000votos. Sin embargo,
el PP probablemente no pueda
formar gobierno pues ha retrocedido
respecto a lo previsto en las
encuestas y los resultados en las
generales del pasado mes de noviembre.
El fracaso electoral del PP ha sido
el retroceso en 400.000 votos respecto
a lo obtenido en las generales.

Rajoy tiene la primera y seria
advertencia –repetida en Asturiasante
su política (primeras medidas,
reforma laboral...), un amplio sector
de votantes que creyó en el cambio,
en apenas 3 meses de gobierno,
lo empieza a cuestionar.

La celebración de Griñán como
si hubiera ganado las elecciones no
debe confundirnos con lo ocurrido.
El PSOE perdió el 25% de sus votos
respecto a las anteriores autonómicas
y sigue perdiendo respecto
de las generales del pasado noviembre,
aunque sea un «éxito» que
«sólo» perdiera 70.000 votos. Esos
votos perdidos van a parar en su
mayoría a una abstención que se
dispara y que sigue siendo un termómetro
de la lejanía creciente de
la población respecto a las elecciones
y los partidos parlamentarios,
también a IU. En consecuencia no
hay duda del rechazo que han provocado
entre su electorado la política
de los Gobiernos Zapatero con
los de la Junta Chávez-Griñán.

IU-CA es el único de los partidos
con representación parlamentaria
que crece en número de votos,
unos 120.000 votos y dobla el número
de escaños. Es el gran beneficiario
de la combinación de rechazos
a PSOE y PP. Este
reforzamiento viene de la mano de
la aparición por primera vez en las
elecciones de Sánchez Gordillo, alcalde
de Marinaleda, como cabeza
de lista por Sevilla. Es decir IUCA
presentaba su ala izquierda, la
menos relacionada con la política de
complicidades con el PSOE.

La consecuencia de este proceso
electoral es una polarización producto
de la tensión social que genera
la crisis con el crecimiento del
paro y la precariedad, con políticas
de choque desde el Gobierno central
y autonómico que atacan los
más elementales derechos. Sin embargo
este proceso lo ha podido capitalizar
IU, vamos a ver la gestión
que hace de esos votos. Es difícil
separar los resultados de las elecciones
a la convocatoria de huelga
general de cuatro días después. La advertencia electoral al PP impulsa
la movilización. La convocatoria de
movilización alienta pararle los pies
al PP.

IU ante un probable Gobierno
PSOE en la Junta

Hay dos actitudes aparentes
para la conformación del Gobierno
tras las elecciones. Una la de IU
Extremadura, en la que, recogiendo
el justo rechazo
de muchos sectores
de izquierda y obreros
a la política del
PSOE, no se vota el
Gobierno PSOE y se
permite que el PP se
haga con el Gobierno.
Una segunda es
la contraria, como en
Asturias o Catalunya,
se entra al gobierno
del PSOE en minoría
y se intenta escorar a la izquierda lo que se pueda... es
decir nada.

La primera opción es
nefasta pues se entrega el poder al
PP en nombre del rechazo al
PSOE, la segunda no lo es menos,
pues se ata a la izquierda a un Gobierno
que va a seguir siendo de la
patronal y la Monarquía. ¿No hay
respuesta entonces? Si IU fuera un
partido revolucionario debería actuar
como aconsejaba Lenin «del
mismo modo que la soga sostenía
al ahorcado». Nosotros no somos
neutrales entre el PSOE y el PP, dejamos
al PSOE gobernar, no nos
comprometemos en su gobierno y
actuamos desde fuera -con plena
autonomía- exigiendo al Gobierno
y movilizando alrededor de las necesidades
de la población trabajadora
en una incansable política de
exigencia y denuncia del Gobierno
del PSOE. Pero IU está lejos de ser
un partido revolucionario.

Asturias.

Incipiente giro a la izquierda

El primer resultado de todo el ciclo
electoral que inicia un giro a la izquierda
–aunque sea con retroceso en
votos y con el predominio del castigo
a la derecha- se ha dado en estas
elecciones de Asturias. El bloque
FAC+PP pierden 3’5% de votos,
mientras que el bloque PSOE-IU suben
5’5%. Habría que matizar el resultado
de bloques con UpyD que
sube un 1’3%. El resultado se inscribe
en la misma advertencia que suponen
las elecciones andaluzas respecto
del PP y de la política del Gobierno
Rajoy, aunque es el otro sector
de la derecha, con Álvarez Cascos
a la cabeza, quien más directamente
recibe el castigo electoral.

Los dos grandes partidos de la
derecha pierden 66.300 votos en
menos de un año entre elecciones
autonómicas y algo
más de 83.000 votos
desde las generales,
es decir un 25% de
los votantes de noviembre
o de las anteriores
elecciones
autonómicas no volvieron
a votar a la
derecha. La mayor
parte de ese electorado
va a la abstención
que obtiene una
cifra récord con 11
puntos de crecimiento.
Similar al crecimiento
en Andalucía,
por lo que el rechazo
a participar pesa más
que la simple explicación
del cansancio por
la repetición electoral.

El PSOE sube de
diputados perdiendo
votos, 19.800 en un
año, es decir el 11%
y si lo comparamos con las anteriores del 2007, casi
92.400 votos, es decir, más del
36% de los votos. También pierde
más de 23.000 votos respecto
de las generales de noviembre.
Así pues, su victoria en número
de diputados no modifica la tendencia
al retroceso y el rechazo.

De nuevo IU aparece recogiendo
una parte de ese rechazo por la
izquierda, aunque de un modo
menos claro que en Andalucía,
quizás porque el perfil que presenta
en Asturias es más continuista
con la experiencia de gobierno
anterior.