El salario no llega

La crisis económica está atrapando
a Zapatero y a Solbes antes de
las elecciones, pero esto no es lo
importante. Lo importante es que la
crisis nos está atrapando a nosotros,
los trabajadores y trabajadoras. No
hemos participado de los beneficios
anteriores, pero si no nos organizamos
y reaccionamos, vamos a pagar
las pérdidas en forma de pobreza,
paro, desahucios, y si llegamos
a los niveles de EEUU, hambre. Para
una parte de nosotros, los trabajadores
y trabajadoras llegados de
otros paises, incluso se prepara una
Ley apoyada por CC, PP, PNV y CIU
de medidas para los sin papeles (ver
artículo en LI 82): impedir el acceso
a la sanidad, la escolarización de
menores, eliminación del permiso por
arraigo, posibilidad de permanencia
hasta de 70 días en los Centros de
Internamiento, pasar de 1 a 3 años
de matrimonio con autóctono/a para
solicitar los papeles...

Los salarios

Los datos básicos para entender
dónde estamos se definen por un
salario mínimo interprofesional que
el 1.1.2008 ha llegado a los 600
euros, una pensión media de 700
euros (más de la mitad de las pensiones
no llegan al salario mínimo),
una especulación con bienes y servicios básicos como la alimentación,
la vivienda, y un sector público
poco desarrollado afectado por
la política neoliberal de
desmantelamiento y privatización
defendida por la totalidad de los
partidos políticos parlamentarios.

Las sucesivas reformas laborales,
firmadas o no por CCOO y
UGT, más la ley de extranjería, la
peor reforma laboral, han dejado un
cuadro de salarios como el que se
adjunta. En el mismo, las dos categorías
de salario medio
más bajo suponen ingresos
por debajo del salario mínimo
interprofesional de la
época (SMI 2005 = 7.182
euros), y corresponden a
trabajadores a tiempo parcial
o a trabajadores precarios
que no han trabajado
todo el año. Aparte está
la economía sumergida -
más del 20% del PIB-, que
en parte esconde los muy
bajos salarios pagados a
inmigrantes sin papeles,
gracias a la ley de extranjería.
Luego están los falsos
autónomos, las profesiones liberales
y los empresarios, estas
dos últimas categorías con tradicional
fraude fiscal, declarando ingresos
muy inferiores a los de un
trabajador medio.

Los precios

El avance del IPC interanual para
diciembre de 2007 arroja un 4,3%
(máximo en 12 años), contra una
previsión que era del 2%. La vivienda,
después de haber triplicado su
precio en 12 años (y mucho más,
según en qué ciudades ), ha empezado
a bajar, primero la de segunda
mano y ahora la nueva, pero
continúa a precios inalcanzables.
Los alquileres durante estos años
eran escasos y ahora están subiendo
(300 euros por una habitación
cerca de Barcelona). En 2007
el pan ha subido el 14,1%, la leche
el 29,6%, el pollo el 16,3%, los huevos
el 9,7%, Para 2008, las tarifas
eléctricas el 3,5%, el gas el 4,7%,
el butano el 5,2%, el agua en Madrid el 4,8%, las Cercanías de
RENFE el 4,5%. El Euribor ha llegado
al 4,79% (máximo desde el 2000).
La hipoteca media es de 170.000
euros (944 euros al mes en 30 años,
11.328 euros anuales). Pero en Madrid
es de 258.000 euros (1.433
euros al mes en 30 años, 17.196
euros anuales). El pago de una hipoteca
a 30 años a interés variable
ha tenido una subida en 2007 del
11% en la cuota mensual. Obsérvese
la incidencia de estas hipotecas
en los salarios más bajos del
cuadro, en los casos de familias
monoparentales o en las que hay un
solo sueldo. Las nuevas hipotecas,
con las condiciones de no superar el
30% del salario ni el 80% de la tasación
del piso, hacen inviable la compra
a una familia trabajadora. Para
un piso de 180.000 euros, la familia
debería tener ahorrados 54.000
euros (incluidos los gastos de compra)
y sumar unos salarios anuales
netos de como mínimo 31.666 euros.

IPC: una falsedad

Hay varias críticas a hacer al IPC.
La primera es que un índice de este
tipo tiene validez cuando el abanico
de rentas es estrecho (poca diferencia
entre las rentas inferiores y las
superiores, como en los países nórdicos)
y/o hay un sólido colchón de
servicios públicos de calidad (sanidad,
enseñanza, pensiones, vivienda...)
que amortiguan estas diferencias y
hacen de seguro ante diferencias de
clase, salud, capacidad, edad... La razón de ello es que el peso relativo
de los gastos de los productos y servicios
básicos de una familia con
bajos ingresos es mucho mayor que
el de otra familia con altos ingresos.

La segunda crítica es que la composición
de la cesta que define el
IPC (formada por 400 productos y
servicios) no considera la compra de
vivienda, decisión de comprar a la
que se ven abocadas muchas familias
trabajadoras por la inexistencia
de alquiler público o privado asequible.
En el IPC figura el alquiler.
Los incrementos en los precios de
la vivienda durante más de 10 años
han sido superiores a dos dígitos.

El Acuerdo interconfederal

de sindicatos y patronal
Solbes, el que aconseja más conejo
y menos propinas, (él que tiene
un salario de 83.936 euros anuales,
aparte de dietas y después sueldo de
ex-ministro), también aconseja congelación
salarial. El precio de la vivienda
se triplicó en 12 años, se duplicó la
inflación de 2007 respecto a la previsión,
el gobierno no ha activado medidas
contra la inflación, y su gran
solución es congelar los salarios.

CCOO, UGT, y las patronales
CEOE y CEPYME firmaron en diciembre
una prórroga del Acuerdo
Interconfederal, que básicamente
“modera” los salarios, o sea, los
baja. CCOO y UGT se llenan la boca
diciendo que hay que cambiar de
modelo productivo y huir de uno con bajos salarios, pero un año detrás
de otro acuerdan con la patronal
bajar los salarios. La forma de hacerlo
es subir cada año la “previsión”
del IPC, que siempre es un
2%, y a principio del año siguiente
pagar el resto hasta el IPC al que
se ha llegado a los trabajadores que
no estén despedidos y tengan la
cláusula de revisión salarial en sus
convenios -cada vez menos casos.
A los pensionistas también se les
aplica este modelo. Aparte de que
los trabajadores precarios o fijos
despedidos antes de la aplicación
de la cláusula ya nunca ven este
2,3% (en 2007), aparte de que el
IPC es falso e inferior a la subida
real, aparte de eso, los trabajadores
y los pensionistas hacen un
préstamo a la patronal y al gobierno
con interés 0 por una cuantía
del 2,3% (en 2007) de las pensiones
y los salarios, por un tiempo
promedio de 6 meses, cuando ellos
están endeudados con intereses
que van del 5,3% de las hipotecas
hasta el 20% de las tarjetas de crédito.
El movimiento obrero ya solucionó
estos cálculos hace años con
el aumento del IPC del año anterior
más algunos puntos para compensar
la falsedad del índice. Pero en
la actualidad, la pérdida de poder
adquisitivo es de tal calibre que debería
empezarse por un salario mínimo
de 1.500 euros y el aumento
de los servicios públicos, incluida la
vivienda pública.

El gobierno y las autoridades monetarias

Zapatero y Solbes niegan la crisis.
Han hecho unos presupuestos
con 3 hipótesis no creibles para
2008: el crecimiento del PIB del
3,4%, la previsión de inflación del
2% y el precio del petróleo de 74
dólares el barril. El petróleo ha llegado
a 100 dólares el barril el 2 de
enero de 2008. La inflación de 2007
ha sido de 4,3%, y el parón en la
construcción y el automóvil, veremos
en qué acaba. En las tres legislaturas
que ha durado el boom
de la construcción, 2 del PP y una
del PSOE, los sucesivos gobiernos
no han puesto coto a la escalada
de precios, sino que han dado por
bueno el modelo de Jesús Gil en
Marbella de participar de los beneficios
de la especulación. Lo que
puede ocurrir lo podemos ver en dos
de las economías más fuertes del
planeta: Japón y EEUU. Japón tuvo
su pinchazo de la burbuja inmobiliaria
en 1990, y 17 años después
todavía no se ha recuperado. En
EEUU pinchó a principios de 2006
y 2 años después estamos hablando
de que hay en curso 1 millón de
desahucios y se prevee otro millón
entre 2008 y 2009. Bush ha presentado
dos planes de supuesta
ayuda a los afectados. El primero
afectaba a poco más del 10%, y el
segundo está por ver, pues una de
las condiciones es no estar atrasado
con los pagos. Más parece un
plan para algunos de sus votantes,
pues el 57% de los desahucios no
son de hipotecas subprime. En todo
caso, se trata también de una cobertura
para la política real, que es
otra. Menos de una semana después
de anunciarse este segundo
plan se anunció la coordinación de
los principales bancos centrales (de
EEUU y Europeo incluidos) para
salvar los grandes bancos privados
que en la práctica están en quiebra.
Este anuncio fue la aceptación
mundial para los medios de comunicación
de que estamos en una
crisis económica, y, para quien lo
entendiera, de que se van a socializar
las pérdidas de los bancos, sea
con dinero público de los impuestos,
sea con dinero ficticio creado
de la nada que va a subir la inflación
y que se pretende que paguen
los trabajadores y trabajadoras no
llegando a fin de mes.

Nosotros, los trabajadores y trabajadoras,
en los próximos años,
vamos a tener problemas y la tentación
de resolverlos de manera individual.
Es lo que recomienda
Solbes: más conejo y menos propinas,
o intentar conseguir un salario
como el suyo. Pero, como se
ha intentado reflejar aquí, la mayoría
de cuestiones son colectivas y
sólo tienen solución colectiva. La vía
es organizarse en los trabajos para
luchar por el salario, las condiciones
y los puestos de trabajo, y apoyar
las luchas que se están dando,
pues su éxito va a facilitar el nuestro.
Las secciones sindicales debemos
prepararnos ya para este cambio
de ciclo.