A finales de junio del año pasado éramos invitados a participar del proceso de Guanyem Barcelona –ahora Barcelona en comú-. Ya entonces, les escribíamos una carta que decía: “Proceso de unidad sí, pero no para cualquier cosa. Sí para poner la ciudad al servicio de los trabajadores y trabajadoras y las clases populares; no para dar alas a repetir la experiencia del nacimiento de IU sobre las cenizas de un PC y un PSUC que se tragaban los movimientos sociales emergentes entonces.” Porque, como les decíamos, su Manifiesto era sospechosamente coincidente con el de ICV-EUiA de 2013, y a ellos ya los conocíamos cogobernando Barcelona durante 24 años y siendo parte de quienes diseñaron la Marca Barcelona (privatizaciones y externalizaciones, desalojo de inmigrantes de Plaza Cataluña...).

Parecía empezar un nuevo maquillaje del reformismo ahora tragando los movimientos tipos 15M de los últimos tiempos. Ahora empiezan las primarias. Hasta aquí hemos llegado, pero se ha cumplido con creces lo que alertamos y no encontrarán a Lucha Internacionalista avalando un proceso de recomposición del reformismo de ICV-EUiA.

Hemos participado del proceso y, tal como escribimos en la misma carta, con honestidad, a fin de conseguir 3 objetivos –manteniéndonos abiertos a otros-: 1. Compromiso de inmediatas remunicipalizaciones; 2. Medidas claramente anticapitalistas de ruptura y 3. Y en coherencia con la horitzontalismo que dicen defender, rotación de los cargos. Y también les decíamos que no caeríamos “en la incoherencia de que al final luchamos contra IC-EUiA en el Prat y aquí los apoyamos bajo las mismas generalidades con las que ya gobiernan allá.” Hemos participado de las asambleas generales, jornadas de código ético y otras que se han realizado, así como en la comisión de trabajo de precariedad. Pero el círculo se cierra cuándo:

1. A nivel de programa, el “plan de choque” propuesto respecto el paro y el trabajo precario (que cifran muy correctamente en 100.000 parados, “la mitad de larga duración, casi la mitad sin prestación; con más del 40% de los jóvenes sin trabajo y un 15% de los trabajadores con salarios de pobreza”), se plantea un “Programa de formación y creación indirecta de ocupación sostenible” de 2.500 puestos de trabajo. Así que, se opta por las contrataciones privadas subvencionadas, puesto que no se menciona ni la remunicipalización que sacaría de la precariedad a miles y se crearían puestos de trabajo, ni la creación directa de trabajo.... es decir, proponen lo que hace ICVEUiA en el Prat. Pero tampoco pararán las subcontrataciones sino que prevén más a las que “Se incorporará en las cláusulas de cualquier nueva contratación del Ayuntamiento la garantía de respecto a los derechos laborales y ambientales básicos (salarios, horarios, conciliación y prevención de accidentes)”.

El plan de choque también aborda desahucios –que se iban a acabar y evalúan en un mínimo de 15 diarios-, que quedan reducidos a: “Establecimiento de una mesa de negociación con las entidades financieras que a día de hoy están realizando desahucios y/o disponen de viviendas vacíos. En caso de incumplimiento, se impondrán sanciones tal como prevé la moción impulsada por PAH BCN, aprobada por el actual gobierno municipal pero aplicada de manera insuficiente”. Entonces, ¿habrá o no desahucios cuando “gane Barcelona” el actual “Barcelona en comú”? Parece que queda en manos de la mesa de negociación, y si los tienen que sancionar por incumplimiento: ¿quiere decir que habrán desahuciado? ¿O se refieren a las multas a los pisos vacíos? En uno y otro caso, parece que prevén que la situación todavía seguirá, puesto que en el punto siguiente cogen las reivindicaciones actuales del sector social en lucha y lo reconvierten en programa: “Apoyo a las trabajadoras sociales para asegurar que las familias en riesgo de desahucio puedan acceder a todos los ajustes disponibles.

Revocación del actual protocolo de diligencias de lanzamiento, tal como piden los profesionales de los servicios sociales, y elaboración de manera participativa un nuevo reglamento inclusivo de viviendas de emergencia.” O sea, en forma muy populista, toman las justas reivindicaciones de un sector que lucha contra los actuales desahucios, pero al convertirlo en punto de programa, admiten que con ellos gobernando seguirá habiendo desahucios -como ahora con CiU-: en caso contrario, no haría falta.

Podríamos seguir, “Para lograr una Barcelona sin sed, frío ni oscuridad:… establecer una mesa de negociación para que estas –compañías gestoras de los servicioscontribuyan a garantizar el acceso a suministros básicos… Introducir tarifas de agua más justas e iniciar los estudios para llevar a cabo la remunicipalització del servicio…” Lógicamente reservan un fondo para casos urgentes, puesto que medidas efectivas contra las empresas para garantizar los servicios a los ciudadanos, no hay ni una.

Y para “… parar y revertir, si se tercia, las privatizaciones y proyectos contrarios al bien común”, como primero hay que ver “si se tercian”: un listado de “parar o revisar” incluso “procesos de privatización o externalizaciones contrarios al bien común, como el de los jardines de infancia...” Si son contrarias al “bien común”, ¿no está claro que hay que remunicipalizar?

2. De la mano de la política –que es idéntica a la que tiene ICV-EUiA, y que los demás dejaban en generalidades-, vienen los actores. El que en su día nos fue negado –participar como organización, porque todo era “horizontal y de personas”-, ahora resulta que es un derecho de las grandes. En el punto que establece cómo presentar candidatura a las primarias, hay que contar con el aval de como mínimo 2 organizaciones políticas de las que conforman la candidatura –art. 7 del documento de primarias- y estas ahora ya son claras: ICV-EUiA, Procés Constituent y Podemos. No sabemos qué ha pasado con el Partido X.

Como alertábamos, la candidatura se convierte en la marca blanca de ICV-EUiA que ponen 5 miembros de los 15 universitarios que conforman la candidatura de Ada Colau, financian la campaña y recogen los votos para las instituciones supramunicipales como Consejos Comarcales y Diputaciones. Y como también escribimos analizando el juego de Procés Constituent, se mueve como pez en el agua junto a los anteriores, poniendo 3 –uno de los cuales también representa a Podemos- candidatos.

El círculo se ha cerrado. Podríamos profundizar con la falta de democracia: cuando se acuerdan cosas en los grupos de trabajo que después no encuentras en ninguna parte en las medidas de urgencia –a no ser que sea para estudiar, como por ejemplo las remunicipalizaciones-, o cuando las asambleas se dividen en grupos y unos “relatores” recogen lo que les parece para poner en común con otros relatores, como por ejemplo en la Jornada de Código Ético. Y tal como dijimos cuando nos incorporamos: con esta política –que no contempla ninguno de los 3 objetivos que poníamos- y la presencia de ICVEUiA, no nos encontrarán.