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Plan del gobierno contra la crisis

¿Plan contra la crisis o salvavidas para banqueros y empresarios?

Cristina Mas, 19 de mayo de 2008




De la noche a la mañana, después del triunfo electoral, el gobierno Zapatero ha pasado de negar la crisis
económica a avanzar un “plan de choque” que vende como una fórmula para “dinamizar la economía”.
Bajo este discurso, y con el demagógico “regalo” de 400 euros, el plan beneficia en primer lugar a los
bancos y los empresarios y prepara el terreno para cargar la crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora.
La receta del PSOE: recortar impuestos a los ricos y apoyar al ladrillo.

El plan Solbes tiene un coste directo
de 10.200 millones de euros
este año. Pero todo este dinero no
servirá para crear puestos de trabajo
o subir las prestaciones de desempleo
para hacer más llevadera
la situación de los 300.000 trabajadores
que han perdido su puesto
de trabajo en los últimos siete meses
(y los que se pederán si no hay
lucha, porque la patronal amenaza
con 500.000 despidos más este
año). De entrada sirven para que
los ricos dejen de pagar. La primera
medida del gobierno frente a la crisis
es suprimir el impuesto de patrimonio,
que pagaban hasta ahora
sólo un millón de españoles: los más
ricos. Esto supondrá que el estado
dejará de recaudar este año 1.800
millones que se quedarán en los
bolsillos de quienes precisamente no
tienen dificultades para llegar a fin
de mes. Lejos de “dinamizar la economía”,
esto permitirá que los capitalistas
hagan lo que mejor saben:
coger el dinero y correr.

Solbes ya adelanta que con el plan
se acabará el “superávit” público. Y
aquí varias consideraciones: la primera
es que durante años, el PSOE
y sus aliados han dicho que había
que ahorrar para los tiempos difíciles.
No había dinero para mejorar la
sanidad o la escuela públicas o para
la construcción de infraestructuras
ni para subir las pensiones o los salarios
más bajos. Y ahora que se
acabaron las vacas gordas del espejismo
inmobiliario tampoco habrá
dinero para los que sufren las consecuencias
de la crisis que ellos han
generado. Pero este dinero (que es
de los trabajadores y trabajadoras)
se entregará a bancos y empresarios:
un escandaloso robo “legal”.

La mayor parte del plan se destina
a apoyar al sector inmobiliario: el
Gobierno sale en apoyo a los
especuladores de la banca y la
construcción. Una de las medidas
estrella es que las familias puedan
ampliar gratis el plazo de la hipoteca.
Es la respuesta de Zapatero al
aumento de la morosidad en los
bancos, que en febrero se disparó
un 70%. Esto es lo que le preocupa
al gobierno, y no la economía de
las familias, que con las ampliaciones
sólo acabarán pagando más
intereses y seguirán igual de ahogadas.

El Gobierno se ofrece también
a actuar como avalista en la
compra de vivienda protegida, cuyos
precios están por las nubes.
Para sostener a la construcción
el gobierno anuncia un plan de
obras públicas. Pero lejos de la vieja
estrategia keynesiana por la que
el estado generaba puestos de trabajo
en momentos de recesión,
Zapatero no está dispuesto a poner
aquí ni un euro más de lo presupuest
es agilizar las licitaciones de obra
pública y que se invierta realmente
lo previsto, puesto que según losado.

El único compromiso
últimos datos oficiales en enero se
comprometieron 7.265 millones
para ejecutar este año, que no llegan
al 70% de toda la partida disponible.

¿Creación de empleo?

El camuflaje populista de toda
esta operación es la “devolución” de
400 euros en las nóminas de los
próximos meses, en total 6.000 millones
de euros. ¿Estimulación del
consumo? Lo que realmente estimularía
el consumo sería la reducción
de jornada para que todos los
trabajadores tengan empleo, y la
mejora de los salarios. Eso sí serviría
para frenar la crisis, pero Zapatero
no quiere que sea a costa de
los beneficios capitalistas. Entonces
seremos los trabajadores quienes tendremos que pagar los platos rotos
de un problema que han generado
ellos. Ya nos vuelven a hablar
de moderación salarial. Al lado de
esto, los 400 euros no resolverán la
situación de nadie. Y menos aún a
los precarios y los que tienen menos
ingresos. El demagógico “regalo”
llega en forma de descuento del
IRPF y sólo se aplica hasta la cantidad
retenida por Hacienda, de manera
que los que sólo tienen 150
euros de retención al año no verán
ni un euro, y mucho menos los que
no llegan al mínimo exigido y no pagan
el IRPF. Hay que denunciar esta
medida como regresiva, como regresivas
han sido todas las reformas
fiscales de los últimos 12 años, incluidas
las del PSOE.

Según el plan, medio millón de
parados podrán cobrar un cheque
de 350 euros mensuales durante
tres meses (en total 201 millones de
se llenan la boca con la conciliación
de la vida familiar y laboral.

La crisis es el resultado de años y
años de acumulación de beneficio
capitalista (generalización de la precariedad,
caída de los sueldos y la
consabida ‘moderación salarial’, cierres
y deslocalizaciones, tipos de
interés por las nubes y elevadas tasas
de endeudamiento), donde el
poder adquisitivo de la mayoría ha
caído tanto que los productos que
salen al mercado no encuentran
comprador. Con la amenaza de un
incremento del paro, Gobierno, patronal
y burocracias sindicales empezarán
a exigirnos que nos apretemos
el cinturón. Hacerlo es sinónimo
de que la crisis se profundice,
de que los capitalistas cojan el dinero
que les regala ZP y corran
mientras los trabajadores cargamos
en los hombros todo el peso de la
recesión. Organizarnos y luchar
para defender nuestros salarios y
nuestros puestos de trabajo es la
mejor apuesta para detener la espiral
que ellos han puesto en marcha.

Más cifras sobre la crisis

- La Reserva Federal Norteamericana ha rebajado la tasa
de intereses que pagan los bancos que necesitan dinero, algo
que no se hacía desde el crack de 1929. Dinero público al rescate
del capital financiero que se hunde.

- El cartón de leche en el Estado español ha subido un
27.7% en un año.

- Según el economista Marc Vidal, el primer trimestre de
2008 el PIB español ha caído un 0,1% En un año ha pasado de
crecimientos del 4% a estar al borde de la recesión. Solbes
tuvo que rebajar las previsiones de crecimiento del gobierno
para 2008 del 3,1 al 2,3%, el dato más optimista de todos los
barajados por los centros de investigación económica. El dato
sigue siendo igualmente poco creíble: por ejemplo, espera cerrar
el año con una tasa de paro del 9,8%, cuando a esta alturas,
sabiendo que lo peor llegará en otoño, la tasa se encuentra
ya en el 9,6% y en los dos últimos trimestres se ha destruido
empleo.

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