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Siguen los despidos y las cierres en el sector de auto

Unirnos para enfrentar a las multinacionales

Diego Rejón, 30 de octubre de 2007




La industria del Automóvil es uno de los “motores” de la economía mundial capitalista. Con más de 65 millones de automóviles vendidos en el planeta, y con un crecimiento continuado en las dos últimas décadas, se ha convertido en uno de los exponentes máximos de las dinámicas neoliberales.

Con la apertura a los mercados asiáticos y con la posibilidad de explotación de nuevos colectivos obreros en esos países, las multinacionales de la industria del automóvil han sido promotoras de muchos de los cambios que han empobrecido y precarizado en el mundo laboral a las plantillas de miles de empresas principales y auxiliares en los cinco continentes.

En el estado español, desde la década de los 80, se han generalizado los convenios y pactos de reestructuración que han generado un retroceso importante en las condiciones de vida y trabajo de cientos de miles de personas. Tras los convenios con importante contención de salarios, se generalizó la ofensiva en materia de flexibilidad que ha significado una gran cantidad de medidas que permiten a las empresas tanto acomodar la producción a los mínimos cambios en el mercado como utilizar la mano de obra a su antojo y contra la conciliación de la vida laboral y familiar. Hay empresas en las que pretenden que convivan parte de la plantilla sin trabajo y el resto realizando festivos y horas extras. La panacea de la flexibilidad que la patronal ni hubiera soñado durante periodos como el franquismo.

Pero ahora, ante la facilidad que están encontrando sus planes por la colaboración de las mayorías sindicales, las multinacionales del auto han abierto una nueva operación de aumento de acaparamiento de la plusvalía: los planes de abaratamiento de las compras.

Con nombres más o menos “modernos” y en inglés, han generalizado campañas de ahorro en las empresas, reduciendo plantillas, eliminando trabajos que ahora consideran innecesarios, rebajando niveles de calidad... Pero sobre todo, aumentando la intensidad del trabajo en las cadenas por medio de revisiones generales de los tiempos de trabajo.

Eso en las casas matrices. Para los proveedores el tema es aún más salvaje. La política de compras y externalizaciones tiene un objetivo claro: obligar a los proveedores a trabajar más barato como sea, o hacerles perder las producciones que llevan años realizando, abriendo nuevas empresas con condiciones salariales y laborales precarizadas.

Esto ha significado en los últimos meses casos concretos en el entorno de la multinacional VW como Valeo, SAS, Copo-Ferher o Sysmo que han constatado la voluntad del grupo alemán de rebajar el coste de los automóviles para aumentar sus beneficios de manera escandalosa.

Así, las noticias de los beneficios de las multinacionales en el tercer trimestre del año 2007 hablan de mejoras del 30, 40 y 50% en beneficios, de aumentos de producción y de capacidad productiva que permiten a los empresarios asegurar que se encuentran en uno de los mejores momentos de su historia.

Sin embargo para las plantillas, para la clase trabajadora de siempre, la realidad es la contraria, empeoramiento de las condiciones en la flexibilidad, los salarios, o el pase por el despido para volver a buscar un puesto de trabajo más precario que el anterior. Y todo ello con el precio de la vivienda y de los productos de primera necesidad por el coste de la energía.

Una situación que necesita de una respuesta clara y contundente del mundo sindical. Una respuesta difícil de esperar de los sindicatos mayoritarios. Mientras tanto, respuestas en la calle como la de unificar a las empresas que se encuentran inmersas en las consecuencias de estas políticas, como la celebrada el pasado 23 de octubre en Barcelona (Mercedes, Sysmo, Sintra y Frape), son el camino para romper la dinámica sindical de aceptación impuesta en las últimas décadas.

Es necesario abrir esos marcos de lucha unitaria y seguir en la resistencia y el enfrentamiento a los planes de las multinacionales.

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