La escalada del Estado y del Gobierno del PP, toma como referente la lucha contra el procés, pero lo que hay que ver tras ella es un recorte general de derechos y libertades por todas partes, la imposición de un pensamiento único y controlado desde el poder y un regreso del viejo franquismo. La sentencia al rapero mallorquín Valtonyc, o la retirada de la obra del madrileño Santiago Sierra "Presos políticos" de ARCO, lo demuestran.

Los procesos judiciales se extienden hacia todos los sectores sociales, también se amplían las tipificaciones de los delitos. Todo el mundo está amenazado y no han hecho más que empezar las causas por el 20 de septiembre (supuesta sedición), el 1 de octubre y el 8 de noviembre. En este marco también aprovechan para acelerar otros procesos represivos cómo es el caso del 27 i més contra estudiantes y dos trabajadores de la UAB (uno de ellos el secretario general de CGT Catalunya) a los que se les piden penas de entre 11 y 14 años de prisión por una ocupación y rueda de prensa en la universidad, en el marco de una huelga estudiantil en defensa de la educación pública y que estos últimos días han empezado a sufrir detenciones.

La escuela objetivo prioritario del Gobierno

Uno de estos frente de ataque es el profesorado, cuestionado por adoctrinar, por incitar al odio contra España y los cuerpos policiales y de la Guardia Civil.
Bajo el paraguas del 155 el estado está dispuesto a provocar el enfrentamiento y la fractura en el sistema educativo catalán. Eso sí, preserva los intereses de la patronal de la concertada aprobando con carácter de urgencia la renovación de los conciertos educativos, cuando muchas voces pedían una revisión de los mismos (como mínimo la no renovación de los de las escuelas del Opus Dei que segregan por sexo, que figuraba en un hipotético acuerdo de investidura) y su cierre progresivo. Los conciertos educativos suponen más de mil millones del presupuesto de la Generalitat. Es la única partida presupuestaria que ya ha rebasado las cifras de antes de la crisis, mientras que en el conjunto del presu puesto la enseñanza pública sigue muy por debajo de entonces.

Ahora viene el ataque contra el catalán. Después del fracaso de la campaña orquestada por Wert para animar a las familias a pedir la escolarización en castellano, que sólo ha obtenido unas decenas de peticiones en un colectivo escolar que rebasa los 1’2 millones de alumnos, ahora cuestionan la inmersión lingüística. Con este sistema, no se divide a los niños por razón de lengua materna, la enseñanza del catalán ha progresado en estas décadas, mientras que se mantenía el conocimiento de la lengua castellana. La inmersión lingüística ha sido un instrumento efectivo para compensar la absoluta supremacía de la lengua castellana en todos los medios, además de ayudar a la cohesión social.

En los lugares donde se ha impuesto un modelo del PP, como en el País Valenciano, el catalán/valenciano ha retrocedido brutalmente. También lo intentaron en Baleares con el TIL y la ley de símbolos. El PP quiere ahora provocar una guerra en Catalunya por un motivo la lengua que no ha sido tema polémico en décadas. El Gobierno del Estado, que en Catalunya no representa más que la fuerza parlamentaria más pequeña, también quiere imponer una única lectura de la historia. Ha empezado la revisión de los libros de texto que se usan en Catalunya.

La lucha de los y las docentes de Les Illes marcó el camino, con la huelga indefinida que se alargó semanas, provocó la retirada del TIL y más tarde la caída del Gobierno Bauzà. Hay que organizar desde ahora la movilización, impulsando un proceso desde abajo, con asasambleas de centros, coordinación de zonas y determinar un plan de lucha.

Pero que nadie piense que se trata sólo de un tema que afecta Catalunya. La posibilidad de ir profundizando en un modelo neofranquista, resucitando la antigua «Formacíón del Espíritu Nacional». En ese sentido, se acaba de firmar un acuerdo entre el Ministerio de Defensa de Cospedal y una organización patronal de escuela privada, ACADE, para que instructor militares puedan impartir formación a docentes, así como para que los y las estudiantes visiten las instalaciones militares. Explica Cospedal que la cultura militar tiene que permitir «vertebrar la nación» en los centros. Ya ha anunciado que más adelante se extenderá este convenio a los centros públicos.

También una comisión de educación desarrolla el acuerdo de diciembre de 2015 entre Defensa y Educación con el objetivo de modificar la asignatura alternativa a la religión, Valores Sociales y Cívicos, para que incorpore en el temario de primaria que los niños y niñas se familiaricen con «los símbolos nacionales y los conceptos relacionados con la Defensa de España» (bandera, escudo, himno...) y el papel de las fuerzas armadas y la corona.

El ataque a los medios de comunicación públicos catalanes

Después de un primer momento en que parecía que el Gobierno iba a hacer una intervención directa sobre las programaciones de Tv3 y Catalunya Radio, pasamos a la censura impuesta por la Junta Electoral, que prohibía expresiones como «presos políticos», y finalmente parece que ha decidido minar su capacidad financiera por la vía del pago retroactivo del IVA de los últimos 3 años para deteriorar y forzar el cierre de programas, algunos de los cuales estaban en su punto de mira.

Josep Lluís del Alcázar

El unionismo del régimen, cobertura para la extrema derecha

Tras el gran nacionalismo español vive la extrema derecha. Lo hemos visto en manifestaciones como las de Barcelona intimidando la gente en la calle, con enfrentamientos entre bandas rivales, protegidas por la policía actuando en Valencia, con total impunidad en Zaragoza en la reunión de electas de Podemos hace unos meses, o la semana pasada en Balsareny con 3 personas agredidas, etc.

No es casual que los condenados de la extrema derecha por la irrupción en el acto de la Blanquerna estén fuera de la prisión, ni que el PP de Valencia contratara al ase- sino de nuestra compañera Yolanda como perito judicial hace sólo unos meses... También lo vemos en el caso de las acusaciones de PXC contra compañeras y compañeros en Girona. No es casual que las hicieran el 3 de octubre, es decir, bajo la cobertura que da la ofensiva represiva del estado, utilizando el mismo arsenal: los delitos de odio.