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Instituto El Palau: elementos para un primer balance

Josep Lluis del Alcazar, 1ro de julio de 2018




Muchas cosas han cambiar desde que el pasado 23 de abril la fiscalía presentó la denuncia al juzgado de Martorell contra 9 profesores y profesoras del IES El Palau. Hasta entonces el único relato que había era el que acusaba al profesorado de discriminaciones de odio contra alumnos por el hecho de ser hijos o hijas de guardias civiles; la situación se había vuelto insostenible por la presión que vivía el profesorado puesto bajo sospecha y la impunidad con que se cuestionaba la tarea docente; la sensación de aislamiento y de soledad era fuerte y todavía hacía más difícil salir adelante; se extendía la autocensura, el miedo a qué decimos o sobre qué hablamos en las aulas.

Pero la situación empezó a cambiar desde que se decidió romper el silencio. Se ha reconstruido el relato de los hechos que defiende la actitud del profesorado, se han tejido puentes de solidaridad dentro y fuera del centro, se ha dado respuesta a la instrumentalización política, se ha empezado a perder el miedo a hablar. El profesorado hemos estado compartiendo y decidiendo criterios en asamblea, que no ha dejado de reunirse ante las nuevas situaciones. También ha ido creciendo el número de antiguos y antiguas alumnas y de las familias que se coordinan y se encuentran regularmente, que han respondido ante un ataque contra la educación pública de sus hijos e hijas, de enmudecer el espíritu crítico en las aulas, de cuestionar la escuela catalana.

La Plataforma de apoyo de Sant Andreu de la Barca hacía la conexión entre los sectores de la comunidad educativa de El Palau con entidades vecinales y políticas, reuniéndose regularmente cada semana y con una tarea incansable estos dos meses. Se ha ganado espacio en la opinión del pueblo y confianza en lo que estamos haciendo. Expresiones de este cambio han sido la concentración del 1 de mayo, de un millar ante el Ayuntamiento impulsada por antiguos y antiguas alumnas, el acto de presentación del manifiesto de las familias en las Escoles Velles, que llenaba a tope la sala, con mucho eco y una respuesta de más de 10.000 muestras de solidaridad en 24 horas. Y el acto del 3 de junio, que a pesar del mal tiempo reunió a centenares de personas en actividades diversas y parlamentos.

Es esta nueva situación la que provoca la reacción del 17 de junio. Un acto que reúne Sociedad Civil Catalana, las plataformas de Tabàrnia, la Asociación Española de la Guardia Civil y varias entidades. Ni con los autocares venidos de fuera pudieron reunir más de 300 personas, con una incidencia casi nula en la gente del pueblo. Un acto en que los supuestos hechos de El Palau quedaron prácticamente de lado, entre banderas españolas y tricornios de la Guardia Civil y las campañas contra la inmersión lingüística, contra la escuela catalana. Ciutadans, que capitaliza el discurso de El Palau en clave estatal en su carrera para llegar a La Moncloa, tiene presencia de diputados y su estrella educativa Dolores Agenjo, inflamando el discurso con acusaciones contra el profesorado de nazis, separatistas, totalitarios, fascistas..., pero sin que su concejala de educación en el municipio hiciera acto de presencia, para evitar más complicaciones en el equilibrio del gobierno municipal con el PSC.

También se ha avanzado en la extensión de la solidaridad. Se han hecho decenas de asambleas en institutos y escuelas, y charlas en varias localidades. Una de ellas en un acto en La Seu el 2 de junio. Y el día siguiente una docente de La Seu participaba en el acto en Sant Andreu. Se han recibido cerca de dos mil muestras de apoyo con el profesorado y muchas más con las familias. Muchas desde todos los rincones de Catalunya, pero también del resto del Estado e internacionales.

Este septiembre hay que profundizar el compromiso de las organizaciones del mundo educativo en la defensa de El Palau, entendiendo que detrás vienen los 500 docentes que según el delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, están investigados y el cuestionamiento de toda la escuela en Catalunya. El 10 de junio se hizo una manifestación unitaria, después de todo un tira y afloja sobre el formato y la distribución de protagonismos, pero sin un despliegue efectivo de solidaridad que reflejara una implicación real de todas las entidades: sindicados de enseñanza, federaciones de familias, sindicados de estudiantes, movimientos de renovación, Docents per la República, Taula d’emergència Docent, Som Escola, sectoriales de la ANC... apenas reuníamos –a pesar de la buena presencia de Sant Andreu de la Barca- medio millar de manifestantes.

Las mociones de apoyo con El Palau y el PSC

Se han presentado en ayuntamientos y en el Parlament mociones de apoyo al Palau, la enseñanza catalana y contra la criminalización de los docentes. Los Comunes/Podemos, ERC, CUP/Alternatives d’esquerres y PEdCat han votado sistemáticamente a favor. El PSC se ha agrietado, con votaciones favorables de sus concejales en algunos ayuntamientos, con abstención en otros y en sólo dos casos con el voto en contra: L’Hospitalet y Sant Andreu de la Barca. En los dos casos detrás del voto PSC está la sombra alargada de C’s con las próximas elecciones municipales a menos de un año. En L’Hospitalet, la alcaldesa Marín ve como el exalcalde socialista Corbacho, que fue ministro de trabajo con Zapatero, ha abandonado el PSC y podría apoyar a la lista de Ciutadans. En Sant Andreu de la Barca el equilibrio con el acuerdo con Ciutadans que enardece el conflicto en el Palau, aún se hace más difícil. El alcalde y el grupo del PSC en el pleno se negaron siquiera a explicar porque votaban en contra de la propuesta de moción que presentábamos desde el instituto, ante una cuarentena de padres y madres que se indignaban por el desprecio y le exigían explicaciones. Ciutadans y el PSC hacen malabarismos para evitar que el pacto con el que gobiernan Sant Andreu de la Barca se haga insostenible. Un alcalde, sin embargo, que no ha dejado de asistir a los actos de la Guardia Civil, callando ante las acusaciones que se hacían contra el IES El Palau, que se ha reunido con las familias que acusan pero que todavía es hora que se reúna con el profesorado o el resto de familias.

Está por ver qué pasa en el Parlament. De momento el PSC no da apoyo a la moción que presentarán los demás grupos, pero tiene que decidir su voto. Un episodio más de la crisis del PSC, que ya ha vivido sucesivas rupturas contra la deriva centralista y monárquica, y ahora tiene que optar entre quien todavía recuerda Marta Mata y la construcción de la escuela catalana en los 70 y 80, inmersión, espíritu crítico..., y quien se aboca abiertamente tras la monarquía y el ala más centralista del PSOE.

La moción de censura que hace caer Rajoy y lleva a La Moncloa a Pedro Sánchez también agudizará estas tensiones. Cada paso en relación al conflicto catalán es mirado con lupa y denunciado no sólo por la derecha y la carrera particular entre PP y C’s por la hegemonía de la derecha, sino también dentro del propio partido y el aparato del estado. ¿Qué decidirá la nueva fiscalía en relación a los casos como El Palau o la Seu? ¿Cerrará el más de un centenar de expedientes que Millo, delegado del Gobierno del PP en Catalunya, y la Alta Inspección del estado han reabierto? ¿Atizará el fuego contra la escuela catalana que le reclamaban Guerra y Bono? A Sánchez, Meritxell Batet y Miquel Iceta se les viene trabajo y muchas dudas.

La situación judicial y el archivo de La Seu

El juzgado de Martorell que instruye el caso El Palau ha archivado provisionalmente 5 de las 9 causas. La fiscalía anunció que recorrería contra esta decisión. Cómo se ha constatado en la reunión del 14 de junio, a iniciativa del Síndic de Greuges –defensor del pueblo-, con presencia del Conseller, Josep Bargalló, algunas de las familias denunciantes, dirección y profesorado, estarían dispuestas a resolver la situación por las vías internas, pero quien lleva el peso de la acusación es la fiscalía. También en La Seu el juzgado decidía archivar definitivamente los 8 casos de denuncias contra maestras y profesores/as, y la fiscalía ha recurrido ante el TSJC.
La resolución de sobreseimiento de La Seu contiene importantes elementos. El primero que no se puede demostrar que las frases motivo de la denuncia se hayan dicho. El segundo que, aunque se hubieran dicho no se podrían tipificar como delitos y menos como delitos de odio. Pero es importando la argumentación. El texto judicial explica que según los informes periciales de la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil que hizo la exploración de los menores y de las inspecciones del Departament d’Ensenyament, se constata que el clima y la convivencia en las aulas es correcto y que los menores afectados van contentos a la escuela y participan con total normalidad. También refiere que han consultados a otros padres de la Guardia Civil que manifiestan que en sus centros sus hijos no tienen ningún problema con compañeros, ni con profesores. ¿Dónde está la supuesta fractura que quiere demostrar quién hace las acusaciones? Al texto no hay ninguna brizna de justificación para quien denuncia sectarismo o adoctrinamiento.

Nueva Consejería y el inicio del próximo curso

Con la aceptación del President Joaquim Torra de las condiciones que imponía Mariano Rajoy para hacer efectivo el nuevo Govern de la Generalitat, Josep Bargalló era nombrado Consejero de Educación. El primer acto público del nuevo consejero fue venir a la fiesta reivindicativa del 3 de junio en Sant Andreu de la Barca manifestando el apoyo de su Departamento a centros y profesorado. Será importante que este nuevo mensaje de defensa de la enseñanza catalana se traduzca en medidas concretas.

Ahora, un respiro con las vacaciones y el inicio del próximo curso será muy importante. En septiembre, el juzgado de Martorell ha empezado a fijar fechas para las declaraciones. Mala manera de empezar el nuevo curso. Habrá que reactivar los organismos de base que nos han permitido llegar hasta aquí para volver a dar un nuevo impulso: sin organización no hay movilización. Hemos avanzado mucho, pero todavía queda un tramo muy duro y hay que continuar. Será determinante que la demanda que sale desde Sant Andreu de la Barca se pueda responder con un compromiso real de toda la comunidad educativa catalana, porque cómo hemos dicho en otros artículos (El Palau la tormenta perfecta), El Palau no es más que la primera barricada, la puerta de entrada de una ofensiva primero contra la escuela catalana y más todavía y más allá del Ebro, en todo el estado en una ofensiva contra la educación en libertad y con espíritu crítico.

27/06/2018
Josep Lluís del Alcázar

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