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Discrepancias en Unidas Podemos con Pablo Iglesias

Josep Lluis del Alcazar, 14 de septiembre de 2019




Tras la ruptura de Podemos con la salida de Errejón, que abrió una fuerte crisis en Madrid, y las sucesivas crisis de las direcciones territoriales, Unidas Podemos enfrenta una caída en todas las encuestas. Como Syriza, pero sin haber llegado al gobierno, estas formaciones que nacieron para ser una ruptura con la vieja socialdemocracia han acabado siendo simplemente una variante más. El fracaso de la estrategia de entrada en un gobierno de coalición con el PSOE, al que la dirección se sigue aferrando, ha desatado nuevas tensiones internas.


IU sacaba una declaración en julio, tras la investidura fallida de Sánchez, en la que, acordando con un gobierno de coalición, consideraba que había fracasado y planteaba un cambio de política. Proponía apoyar la investidura de Pedro Sánchez sobre un acuerdo «en torno a las bases programáticas establecidas en el Acuerdo de los Presupuestos Generales del Estado de 2019, aun en el supuesto de que no existiera acuerdo para constituir un gobierno de coalición con el PSOE, con el fin de evitar una nueva repetición electoral». En otras palabras, dar continuidad a la política de Podemos-IU con el gobierno Sánchez de estos meses, compatible con la criminalización del Procés catalán, los incumplimientos de derogación de la reforma laboral y la ley mordaza y un largo etcétera. Viniendo de IU se entiende, puesto que poco más que un tinte de izquierdas ha puesto en sus gobiernos de coalición con el PSOE, como en la Junta de Andalucía entre el 2012 y el 2015.

Anticapitalistas es una corriente de izquierdas en Podemos y la referencia en el estado español de la corriente IV Internacional- Secretariado Unificado. En su comunicado de fines de julio, critica a la dirección de Podemos, por «errores muy importantes» en su intento de «entrar por la puerta de servicio» en el gobierno con el PSOE. Y lo definen de «triste espectáculo parlamentario» y de «fracaso táctico». No aclara cuáles han sido esos errores, puesto que abandonar la única salida respetuosa ante el pueblo de Catalunya como el referéndum pactado, a pocas semanas de la sentencia, no puede ser tildado de error, ni de simple fracaso táctico. Esto y mucho más parece era renunciable si había ministerios de por medio.

Ahora Anticapitalistas, en la estela de IU, plantea el voto de investidura a cambio de un acuerdo programático, para pasar a la oposición. Si el PSOE quiere gobernar en minoría «con el permiso temporal de la izquierda », debe «ganarse los votos cumpliendo» un acuerdo programático con estas «demandas inmediatas irrenunciables» de «20 medidas de emergencia democrática, social y ambiental». Entre ellas, poner fin a la política represiva en Catalunya y el referéndum de autodeterminación, derogar las dos reformas laborales y la ley mordaza, poner fin a la financiación de la concertada, juzgar crímenes y criminales del franquismo, cierre de los CIEs, una subida «inmediata» del salario mínimo interprofesional, desempleo y pensiones; prohibir los despidos en empresas con beneficios o regular los precios del alquiler...

Es obvio que el no del PSOE está asegurado, como le respondía Echenique. Tampoco quieren unas elecciones porque podría ganar la derecha, pero ¿entonces?

El aparato de Podemos transige con declaraciones críticas de Anticapitalistas, porque sabe que, en una evolución interminable hacia a la derecha, es decir hacia el PSOE, es necesario cuidar su flanco izquierdo, y ahí está Anticapitalistas que critica, pero termina acatando. Ya en marzo Anticapitalistas sacaba un duro comunicado (cuando el aparato Iglesias-Echenique les excluía de las listas a las generales, por lo que decidieron terminar retirando todos sus candidatos/as) en el que se habla del declive, de descomposición en Madrid, de que Podemos ha perdido el aliento del 15M, de burocracia... aunque terminaron por llamar al voto crítico a Unidas Podemos y sus confluencias.

Mientras Anticapitalistas sólo haga declaraciones y quejas, lo que hace es taponar una ruptura organizada de la izquierda de Podemos y hacer que el desangre de militantes que buscaban un proyecto transformador continúe.

Con Anticapitalistas fuimos en acuerdo a dos elecciones, en las autonómicas catalanas del 2010 con Des de Baix, en las generales de 2011. En la declaración de julio llama a «levantar pacientemente la alternativa a la hegemonía social liberal». Pero esa alternativa es incompatible con quien no tiene otro objetivo que jugar un papel subordinado en un gobierno del PSOE. La ruptura de un ala de izquierdas de Podemos es fundamental para avanzar en la construcción de esa alternativa, un frente de trabajadores y los pueblos contra el capitalismo y la Monarquía.

Josep Lluís del Alcázar i Fabregat

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