Actualmente hay un incremento de los ataques de grupos
fascistas o skinhead neonazis en todo el estado. Ataques
contra emigrantes, contra jóvenes, ataques contra centros
culturales o contra organizaciones.

En Madrid, hace unos meses asesinaron a Carlos Palomino.
Nazis de Coslada, que habitualmente se pasean de forma provocativa
por las zonas donde está la juventud, han agredido a
dos jóvenes dejando a uno de ellos inconsciente. Han intentado
quemar “La Traba” (centro okupado con gran componente
antifascista donde se realizan conciertos y actos culturales).
Apalearon a un joven en el Barrio del Pilar, agresiones en las
fiestas de Alcalá de Henares, Canillejas y una larga lista de
agresiones no conocidas. Igual ocurre en el resto del Estado.
No son hechos aislados, responden a un aumento de las
bandas fascistas. Detrás del fascismo hay una ideología, no
son grupúsculos sino grupos organizados con unos objetivos
claros. Aparecen en situaciones de crisis enfrentando
movilizaciones del movimiento obrero, de la juventud; se apoyan
y crecen con el aumento de la xenofobia que generan las
crisis económicas. Es una herramienta de la burguesía para
defender sus privilegios.

La prensa y los medios de comunicación se encargan de
silenciar esta situación a no ser que lleguen al asesinato. Si
alguna vez publican algo lo presentan como peleas entre bandas
juveniles poniendo en la misma balanza a los agresores y
a los agredidos, al asesino y al asesinado.
El Gobierno y las instituciones no actúan contra ellos, se
permite hacer conciertos y manifestaciones nazis.

Una reciente encuesta realizada a jóvenes de Madrid muestra
que lo que más preocupa a la mayoría de los jóvenes son
estas bandas nazis. Sin embargo, a nadie parece preocuparle.
La forma de frenarlo es desde las organizaciones del movimiento
obrero y la juventud, no puede haber ninguna agresión
sin respuesta. Tenemos que unirnos, para frenarlos, las asociaciones
de vecinos, coordinadoras antifascistas, comités de
empresa, organizaciones sindicales… tenemos
que recoger firmas exigiendo justicia
y castigo contra los agresores,
levantar consignas como fuera
fascistas de nuestros barrios,
realizar movilizaciones
como respuesta a cada
agresión, coordinar y organizar
la autodefensa.

Asimismo, tenemos que
enfrentar la xenofobia ya
que es caldo de cultivo
para el fascismo, haciendo
ver que los emigrantes son
parte del movimiento obrero,
que el que genera la crisis es el
sistema capitalista y que las consecuencias
las sufrimos la clase
obrera nativa y emigrante y que juntos
tenemos que luchar en defensa de
nuestras condiciones laborales, de nuestros derechos, en
defensa de todo lo público.