Este 8M, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, llega en un contexto de crisis social y económica marcada por un aumento brutal del coste de vida y pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora. Solo faltaba la espiral inflacionaria para acabar de descargar los efectos de la crisis capitalista sobre la clase obrera y los sectores populares. El año 2022 se cierra con una inflación de 8,4% mientras el incremento salarial medio por convenios es del 2,65%. Esta situación es todavía peor si nos referimos a las trabajadoras con sueldos inferiores, por eso crece la desigualdad y la brecha de género. De hecho, la brecha de pensiones y salarial llega al 33,8% y 24%, respectivamente.

En este contexto de aumento de la pobreza y la precariedad, también aumentan las diversas formas de violencia que sufrimos. Porque, en última instancia, cada golpe directo o indirecto que recibimos es un mecanismo del sistema capitalista y patriarcal para mantenernos sumisas y disciplinadas. Los datos de feminicidios son alarmantes y son de las más altas de la historia desde que se registran cifras oficiales. Sin ir más lejos, durante el mes de diciembre de 2022 se ha producido un feminicidio cada dos días. Además, crecen las violencias sexuales y la utilización de métodos de terror como son los pinchazos hacia mujeres y disidencias en las discotecas.

Las violencias hacia las mujeres crecen de la mano de las políticas y de los discursos reaccionarios de sectores fundamentalistas, ultraderechistas y misóginos que nos ponen a las mujeres e identidades disidentes como responsables de la crisis económica y social. No es un hecho aislado, es una política internacional con réplicas en todo el mundo: EEUU, Hungría, Polonia, son algunos ejemplos. En el Estado Español, VOX reproduce esta posición y encabeza la ofensiva antiderechos. Así lo ha demostrado desde el gobierno de Castilla y León -con la responsabilidad y complicidad del PP- donde pretenden atacar nuestros derechos sexuales y reproductivos y en particular el derecho al aborto. De hecho, el impulsor de esta medida, Juan Garcia Gallardo, es conocido por numerosas declaraciones machistas, homófobas y racistas.

La influencia cada vez más grande de estos sectores políticos es la consecuencia de la falta de verdaderas políticas sociales de los gobiernos. A pesar de años del supuesto gobierno "más progresista de la historia" los intereses del gran capital y de la banca han quedado intactos. De hecho, gran parte de las medidas que nos quieren vender como de carácter social, no son más que el rescate con dinero público a la gran empresa como se ha hecho con los 0,20 euros de la gasolina o la ayuda al alquiler. En ninguno de los dos casos se intervienen realmente los precios ni se para la especulación.
La responsabilidad del reformismo institucional es aún mayor en esta espiral que gira a la derecha, cuando ni siquiera han sido capaces de derogar las reformas laborales ni la ley mordaza y mantienen la ley de extranjería. Los últimos presupuestos generales del gobierno PSOE y Podemos -aprobados con el apoyo de ERC- hablan por sí mismos: mientras el Ministerio de Defensa llega a máximos históricos y crece un 26,3%, el Ministerio de Igualdad continúa estando muy abajo en la lista. Con esta orientación política no extraña la huelga de las trabajadoras del Servicio de Atención, Recuperación y Acogida (SARA) del Ayuntamiento de Barcelona denunciando carencia de derechos laborales, incumplimientos de ratios y en general una mala calidad de un servicio que tendría que ser fundamental en momentos de emergencias como el actual. No basta con la aprobación de nuevas leyes si estas no tienen presupuestos suficientes. Tampoco sirven realmente más leyes que tan sólo fortalecen el Código Penal represivo: hacen falta políticas de prevención y reparación.

El movimiento feminista volveremos a llenar las calles el 8 de marzo. Contra la precariedad y las privatizaciones como hacen las sanitarias en Madrid, las trabajadoras de la educación en Catalunya o las compañeras de Inditex en todo el Estado. Demostraremos una vez más la fuerza de este movimiento que hace temblar la tierra como hacen las mujeres en Irán donde, ante el asesinato Masha Amini, salieron masivamente a las calles siendo la vanguardia de una rebelión feminista y social contra el régimen dictatorial. O, en Palestina, donde continúan resistiendo la ocupación y el apartheid sionista a pesar de la brutal escalada represiva. Su fuerza y su ejemplo nos marcan el camino: viva la lucha feminista. Y, por eso desde aquí levantamos un grito de solidaridad internacionalista y exigimos la ruptura de relaciones económicas y políticas con estos regímenes asesinos, tal como acabamos de conseguir con la ruptura del hermanamiento entre el Ayuntamiento de Barcelona y Tel Aviv. ¡Basta de complicidad!

No podemos tener ninguna confianza en las instituciones: 13 años ha tardado el Tribunal Constitucional en tumbar el recurso del PP contra el derecho al aborto. Necesitamos construir un movimiento feminista de calle, de lucha y organizado desde abajo. Porque así hemos obtenido nuestros derechos a lo largo de la historia y así los continuaremos ganando y defendiendo. Así conseguimos la reforma del aborto y la aprobación de la ley Trans. Pero, no tenemos que olvidar que ningún derecho está ganado si no es para todas, y todavía hoy muchos derechos no se garantizan a miles de compañeras en situación administrativa irregular. No serán suficientes las reformas, si no hay presupuesto para desarrollarlas y garantizarse de forma pública y universal en todo el territorio. Dinero hay: hay que atacar los beneficios de la gran empresa o dejar de financiar a la Iglesia Católica.

Nos sobran los motivos para hacer de este 8 de marzo otra jornada histórica de lucha del movimiento feminista. Hagamos un llamamiento a organizar asambleas en los centros de estudio, de trabajo y en los barrios. Hay que reivindicar el origen histórico, de clase y de lucha del 8M. Por eso, apoyamos la convocatoria a la huelga general que se hace en Catalunya desde el sindicalismo combativo y llamamos a defender la importancia de este método de lucha tomándola y organizándola con toda la fuerza.

¡Porque esta crisis no la pagaremos las trabajadoras!
¡Ante sus ataques, organización y autodefensa!

Lucha Internacionalista
8/3/23