Artículos de actualidad de la UIT-CI




Artículos de actualidad sobre Ucrania



No hay liberación en el genocidio: llamamiento al boicot de Eurovisión.



Estás aqui : Portada » Temas » Política

Euskadi

Elecciones falseadas

Josep Lluis del Alcazar, 27 de marzo de 2009




La anulación de todas las
candidaturas abertzales, que
ha supuesto negar el derecho
al voto de más de 150.000
vascos/as (cerca del 10% del
censo), ha sido determinante
para falsear los resultados
electorales.

De esos votos, 100.000 siguieron
la consigna abertzale y se convirtieron
en nulos, lo que expresa que
siguen conservando una amplia
base popular, similar a otros
comicios en las mismas condiciones.

El destino de los otros 50.000
votos que sí votaron candidaturas,
fue distinto a ocasiones anteriores.
En primer lugar porque muchos de
ellos fueron a engrosar a Aralar (la
ruptura de Batasuna de hace
unos años, que renunciaba a la
lucha armada y apostaba por integrarse
plenamente en las instituciones).
Aralar pasa de 28.000 a
63.000 votos, consiguiendo aumentar
en tres su anterior escaño.

El resto de votos quizás ayudó
a subir la abstención, que registró
un 2’1% más, unos 34.000 nuevos
abstencionistas, quizás fueran
directamente al PNV, considerando
éste como el “voto útil” para
impedir el acceso de PSOE-PP al
Gobierno vasco. Los perjudicados
han sido los socios de Gobierno (EA
y EB), que en anteriores situaciones
recogían parte del voto
abertzale ilegalizado.

El voto centralista gana

Ajuria Enea a pesar de
retroceder en votos
No hay otra posibilidad de comprender
el resultado electoral y la
posterior formación de gobierno
que analizar los resultados en términos
de frentes. Un frente
constitucionalista/centralista, el
otro soberanista vasco. Lamentablemente
en este análisis de frentes,
los distintos intereses de clase
quedan disueltos y ambos frentes
están dirigidos por sectores burgueses.
Sólo desde ese análisis
es posible entender que el enfrentamiento
en todo el estado entre
PSOE y PP pueda ser superado
en el País Vasco (como antes lo
fue en Navarra) por la necesidad
de desplazar a los “nacionalistas
vascos” del poder… por el otro nacionalismo,
el español.

El PSE avanza 40.000 votos,
pero su socio el PP retrocede en
70.000, que prosigue su caída en
el País Vasco. Al frente centralista
se une un nuevo socio incómodo,
la UPD de Rosa Díez con
22.000 votos en su primera aparición.
En total hay un retroceso
del voto centralista en 8000 votos,
pero ese resultado es menos
malo que el que recibe el tripartito
vasco, y esto, unido a la exclusión
de la izquierda abertzale, les
permite conseguir la mayoría absoluta
de la cámara.

El tripartito se hunde

El PNV + EA retroceden 33.000
votos. En las anteriores fueron juntos,
en estas lo hacen por separado.
En el terreno de representación
el que sale más damnificado
es EA que queda con tan solo 1
parlamentario, lo que abre crisis en
el partido con dimisiones y congreso
extraordinario. En el PNV el resultado
alimenta de nuevo el debate
que partió al 50% el partido
en el congreso, entre los que apoyaban
la estrategia del tripartito y
quienes se alineaban hacia un
acuerdo con el PSE. Éstos, en el
próximo periodo van a pasar de
nuevo a la ofensiva, pero este objetivo
no puede ser sino a medio
plazo, no inmediato.

También el otro socio de Gobierno
sufre un fuerte retroceso. EB
pierde casi 30.000 votos, esto es
casi el 50% de los votos que obtuvo
en el 2005. Así pues, no sólo
no recoge votos abertzales, sino
que pierde de los suyos. Queda
con un solo parlamentario de los
tres que tenía. Madrazo, Coordinador
General ya anunció su dimisión.

Nuevo gobierno y
polarización

Con Patxi López como lendakhari
Elecciones falseadas
Euskadi
prácticamente asegurado, el PNV
pierde por primera el Gobierno vasco.
Ni al PSOE ni al PP les interesa
conformar un gobierno de coalición,
que, aunque les permitiría
una estabilidad parlamentaria, daría
una imagen que no beneficia a
ninguno de ellos ni en Euskadi ni
en el resto del Estado.

Pero no conformar gobierno no
resuelve los problemas del Gobierno
día a día. Con un gobierno tan
débil, el PSE está obligado a encontrar
el apoyo parlamentario
para cada iniciativa, es decir, está
en manos del PP, quién puede dictar
la política vasca desde la sombra.
Esta situación puede hacerse
insostenible para el PSE y no es
descartable un cambio de rumbo
hacia un acuerdo con el PNV a
medio plazo.

Pero dejando a un lado las especulaciones,
el resultado electoral
aumenta la polarización social.
La política del Gobierno y los jueces
de ilegalización de todas las
candidaturas abertzales empuja a
una radicalización en la calle.
Por otra parte, aunque el PSOE
sale fortalecido de los comicios
vascos, el Gobierno Zapatero sale
debilitado pues ve cómo se alejan
los votos del PNV que ha sido uno
de sus pilares parlamentarios para
gobernar. ¿Es posible sustituir esos
6 votos por los 11 de CiU? Difícil
cuando está sobre la mesa la financiación
autonómica. Así pues,
Zapatero está obligado a buscar a
socios menores.

Ir a la versión en catalán