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EDITORIAL 9/1/2024

Lucha Internacionalista, 20 de enero de 2024




La atrocidad de Israel en Palestina

El exterminio que vemos en Gaza, no tiene precedentes recientes tan ampliamente documentado y donde los asesinos no se esconden. Es una advertencia a todos y a los pueblos del mundo. No estamos ante un asunto local o regional, sino estratégico para el imperialismo norteamericano y también el europeo. El resultado puede determinar el futuro. Y por eso, aunque a Joe Biden le puede costar las próximas elecciones, EEUU mantiene con un puente aéreo regular hacia Israel de armas y dinero para sostener la invasión.

Israel nace como un estado imperialista, o más bien como extensión del imperialismo en una zona estratégica del mundo, con el Canal de Suez, por el que circula un 25% del comercio marítimo del planeta y con una parte importante de las reservas mundiales de petróleo y gas. EEUU orquesta un entramado de intereses imperialistas, sin el que Israel no sería un estado viable, ni en términos políticos, ni económicos ni militares.

Israel puede bombardear una y otra vez toda la Franja de Gaza y provocar miles de muertos, pero otra cosa es conseguir controlar el territorio, porque el pueblo palestino resiste. Una segunda Nakba con la expulsión de los 2,3 millones de palestinos de la Franja es improbable. EEUU no quiere porque obligaría a aumentar aún más la violencia para forzarla y sería un factor de desestabilización de la región. Mantener el territorio bajo ocupación militar sionista tendría un alto coste económico y en muertes de militares israelíes. Fatah y la Autoridad Palestina son ampliamente rechazadas en Cisjordania. Sin un plan viable, Netanyahu hace de la destrucción y la masacre un objetivo en sí mismo.

La resistencia palestina es un factor clave e indispensable para una derrota política israelí. Abre un camino a los trabajadores/as y pueblos contra el imperialismo y la opresión. Un camino que no sólo es antiimperialista, es también anticapitalista, porque la propia existencia del estado de Israel tiene que ver con la fusión del sionismo con grandes capitales del sistema financiero mundial. Lo que vemos en Palestina es una expresión de la barbarie imperialista, del capitalismo en decadencia y atravesado por una crisis económica brutal. No es casual que la extrema derecha mundial -sin excepciones- se identifique con el estado de Israel.

En Palestina nos jugamos el futuro de los pueblos y la clase obrera internacional. No podemos fallar. La movilización internacional no puede detener inmediatamente el sufrimiento del pueblo palestino, pero puede hacer tambalear el entramado de intereses imperialistas que sostiene al estado sionista. Es necesario organizar y coordinar la movilización internacional para detener el genocidio. En Barcelona se ha convocado un nuevo encuentro internacional para el 3 y 4 de marzo. Ahora más que nunca, todos somos Palestina.

Es muy significativo que sea Sudáfrica, que vivió en propia carne el apartheid, quien haya llevado a Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia. Hay que exigir a todas las instituciones la ruptura de relaciones con Israel y que se sumen a la denuncia.

Los recortes ya están aquí

El 2024 se presenta crítico para la economía europea. Los dos pilares centrales europeos, Alemania y Francia, arrastran al conjunto de la UE hacia la temible estanflación: inflación con recesión. Alemania cerraba el año entrando en recesión y con una inflación del 3,8% (la media de la UE es del 2,9, la española del 3,3). Francia roza la recesión y cierra con un 4’1% de inflación. El Banco Central Europeo se encuentra en una disyuntiva: o seguir incrementando el tipo de interés para intentar controlar la inflación, pero con el riesgo de ahogar más la economía, o bien dejar de aumentarlos y que la inflación se vuelva a disparar.

En estas condiciones, la UE impone el retorno a los topes de déficit público al 3% y la deuda al 60% del PIB. El ejecutivo español impone un 0,5% como tope de incremento del gasto para 2024. Un porcentaje sustancialmente inferior al crecimiento previsto del PIB y de la inflación. Las cifras del gobierno español presuponen que la recesión que cuaja en centro Europa no acabará llegando, cuando los signos de ralentización del crecimiento son constatables. Para ajustar el presupuesto a lo largo del año se impondrán fuertes recortes que agravarán la ya difícil situación de la clase obrera y sectores populares.

Recuperar la movilización para impedirlo será imprescindible. No sólo para detener los recortes, sino para evitar que sea la derecha y la extrema derecha quien canalice la desesperación y el descontento. Lo acabamos de ver de nuevo en Argentina con Milei. El antídoto contra la extrema derecha no es la lógica del mal menor. Porque son las políticas del Gobierno PSOE-Sumar las que allanan el camino de la extrema derecha como única oposición. El verdadero antídoto contra el crecimiento de la extrema derecha es la construcción de una alternativa obrera y popular en respuesta a las políticas burguesas del gobierno.

Lucha Internacionalista
9/1/2024

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